MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, negó ayer que su homólogo socialista tenga "idea de la nación española", que él definió como nación "de ciudadanos libres e iguales", y le acusó de no saber "a dónde iba" con la reforma del Estatuto catalán. El candidato del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, le respondió que el PP ha "sembrado la discordia" en esta legislatura con todos los asuntos pero "en especial" con el catalán, "al grito de España se rompe", un anuncio de "apocalipsis" que "se retrasa" porque el país "está más unido".
El Estatuto catalán y el agua centraron buena parte del debate sobre Política Institucional entre los dos candidatos, cuarto bloque del 'cara a cara' entre ambos de esta noche y que se produjo a la vuelta del único corte de publicidad, de seis minutos.
Mariano Rajoy abrió su turno de intervención acusando a Zapatero de haber iniciado la legislatura hablando de la nación como "concepto discutible y discutido" y abrió así "un melón que nadie reclamaba y sin establecer su idea de España". En su opinión, el PSOE ha "enfrentado" a las Comunidades Autónomas en diversos asuntos y en este punto situó la reforma del Estatut, que cuenta con siete recursos de inconstitucionalidad, apuntó.
"¿Para qué todo esto?", interpeló a su oponente. "¿De verdad cree que España está más unida y cohesionada?", agregó el dirigente del PP, quien subrayó además que él "nunca" ha dicho "que España se rompía", algo que deberá demostrar, espetó, el dirigente socialista.
"CIZAÑA" CON EL CATALÁN
"Menuda la que han montado con el Estatut --le respondió Rodríguez Zapatero-- crispando, trasladando que se rompe España, lo que era radicalmente falso, cizañando con el catalán, para que ahora diga la candidata Nadal que el castellano no se persigue en Cataluña", censuró Rodríguez Zapatero, que leyó un artículo del texto catalán argumentando que hasta "20" de los preceptos del Estatut son "idénticos" a otros tantos del Estatuto andaluz, apoyado por el PP.
"Su apocalipsis se retrasa en la historia, ni España se rompe, ni Navarra ha sido entregada a ETA, sino que está gobernada por ustedes con apoyo socialista, ni Cataluña está en un proceso de secesión. Nos hemos enterado al menos que no hay trasvase del Ebro", añadió el candidato.
Mariano Rajoy defendió que el Estatuto andaluz es constitucional porque fue "corregido" con enmiendas del PP, lo que no ocurrió en el caso catalán porque el PSOE "quiso dejarnos fuera". Reiteró que la causa fue la firma del Pacto del Tinell, que definió como "la obsesión por dejar fuera a media España, el mayor rasgo de intolerancia de la historia democrática española". "Con una mano predica el entendimiento, con la otra prohíbe a los demás que nos den los buenos días y me echa la culpa de todo. Ese es usted", dijo.
Rodríguez Zapatero abundó en el interés por la "discordia" que el PP ha tenido en toda la legislatura y defendió que durante su presidencia se ha profundizado en el Estado de las Autonomías y los presidentes regionales han tenido con él "un diálogo fecundo". "Eso es fortalecer el Estado y fortalecer España", respondió.
DUDAS SOBRE EL TRASVASE DEL EBRO
El asunto del trasvase del Ebro produjo uno de los rifi-rafes de la noche entre ambos candidatos, que se interrumpieron varias veces a propósito de este asunto. Rodríguez Zapatero acusó a su contrincante 'popular' de haber empleado también la política sobre el agua en su interés por buscar "discordia" y "ahora se demuestra", añadió, que el trasvase del Ebro "es un engaño bastante grave, porque ni lo pensaban hacer ni está en su programa".
"El problema del agua es suyo", le respondió Rajoy. "No le quepa la menor duda de que haré las obras del Pacto del Agua en Aragón y luego haré transferencias a las otras cuencas, haré trasvases claro que sí, porque el agua es de todos", añadió el candidato del PP, interrumpido en este momento por el líder socialista, al que se le oía al mismo tiempo preguntarle: "¿Hará el trasvase del Ebro, lo hará?".
"Haré el trasvase del agua cuando haga las obras del pacto del agua en Aragón. Su única alternativa es llevar agua de Almería a Barcelona", añadió Mariano Rajoy. Zapatero le preguntó después "por qué" le parecía "mal" que se ayude a la capital catalana con agua de la desaladora de Carboneras si tiene problemas de abastecimiento, problemas que además demuestran, dijo el candidato socialista, "que el trasvase era una medida absurda".
"Me alegro de que vengan a mi posición y se hayan olvidado ya del trasvase del Ebro. Usted ha dicho aquí que no hará el trasvase", insistió el presidente, al tiempo que lo negaba el candidato 'popular'. "Me ha entendido mal", le espetó Rajoy.