MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Carles Puigdemont, se reunieron el pasado 11 de enero en un almuerzo en el Palacio de la Moncloa, según informa este miércoles 'La Vanguardia'.
Este martes, fuentes oficiales del Ejecutivo declinaron confirmar o desmentir que se hubiera producido algún encuentro entre ambos, alegando que sólo informan de la agenda pública del presidente. Ello después de que el líder del PSC, Miquel Iceta, afirmase en un desayuno informativo que creía que ambos se habían visto.
Por su parte, tras la publicación de la noticia, fuentes de la Generalitat se han remitido a la sesión de control en el pleno del Parlament de este miércoles.
Según 'La Vanguardia', los dos presidentes tuvieron una conversación "cordial" pero no se tradujo en un acercamiento en la cuestión soberanista. La cita tuvo lugar a instancias de Rajoy, que le planteó que acudiese a la Conferencia de Presidentes Autonómicos, que se celebró el día 17 y a la que Puigdemont finalmente no asistió.
El presidente catalán, de su lado, le insistió en su intención de convocar un referéndum independentista y le planteó que podrían negociarse sus condiciones, pero Rajoy insistió en que no puede permitirlo.
Siempre según el diario, Puigdemont le dijo que acudiría a la Conferencia si podía intervenir para explicar su posición sobre el referéndum, pero Rajoy declinó.
El almuerzo en la Moncloa se produjo un día después de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría se reuniera en Barcelona con el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.
Aunque el encuentro no se había conocido, el pasado domingo el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, desató las especulaciones al hablar de contactos discretos "a todos los niveles", y ese efecto tuvieron también las palabras de Iceta.
Este lunes, Rajoy fue preguntado en varias ocasiones por las declaraciones de Millo, pero esquivó las cuestiones. En una entrevista en Telecinco, se le preguntó expresamente si hay conversaciones discretas para buscar una solución al problema catalán: "No, y si las hubiera, discretas o secretas, no las iba a contar yo, porque entonces dejarían de ser discretas o secretas", respondió.