Recuerda "perfectamente" la reunión que tuvo con Bárcenas en 2010 para "despedirse" y vio "razonable" dejarle un coche del PP y una sala
MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado este miércoles ante la Audiencia Nacional conocer una caja B del PP y el cobro de sobresueldos en negro, al tiempo que ha recalcado en numerosas ocasiones que sus responsabilidades en el partido eran "políticas", no contables". De hecho, hasta en siete ocasiones ha subrayado que no se ha ocupado "jamás" de los asuntos económicos de su formación.
"Jamás conocí ninguna financiación ilegal", ha afirmado rotundo Rajoy en su declaración como testigo en el juicio de la primera parte la trama Gürtel (1999-2005) que se celebra en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), que se ha prologando durante casi dos horas.
Sentado en el estrado, y no en el banquillo, Rajoy ha respondido a más de un centenar de preguntas de las acusaciones y defensas. El 'rifirrafe' entre el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, y la acusación popular que ejerce ADADE ha centrado la primera hora de interrogatorio, ya que el tribunal ha tumbado por impertinentes cuestiones relacionadas con la contabilidad del PP, los sobresueldos o si la labor que desempeño Álvaro Lapuerta como tesorero fue "fiel".
Rajoy, que ha entrado por el garaje en su coche oficial evitando así el paseíllo, ha calificado de "absolutamente falso" que se cobraran sobresueldos en B y ha dicho que sería "ilegal". Según ha explicado, los cargos que tenían responsabilidades en la formación tenían un "complemento" que se declaraba a Hacienda.
De la misma manera, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que "jamás" oyó hablar de financiación ilícita ni de donaciones en efectivo ni ningún empresario le habló de una donación". "No sé si se ha confundido de testigo, señor letrado", ha exclamado.
UN PAPEL POLÍTICO, NO CONTABLE
A lo largo de su declaración, Rajoy ha repetido en varias ocasiones que su labor era política y que ni llevaba ni estaba al tanto de las cuentas de la formación, ni siquiera cuando dirigió campañas electorales del PP. "Mis responsabilidades son políticas, no de contabilidad", ha enfatizado, para insistir después que "jamás" se había ocupado de asuntos económicos.
En este sentido, ha indicado que en el PP --dónde ha ocupado cargos de vicesecretario entre 1999 y 2003, secretario general después y presidente desde el año 2004-- hay una "separación nítida y clara" entre la parte política y económica.
Sobre las campañas electorales de Pozuelo y Majadahonda en 2003, el presidente ha dicho desconocer cómo se facturaron porque no se ocupaba "para nada de los asuntos económicos". "Sería algo disparatado que yo estuviera ocupándome de los asuntos de los 8.000 ayuntamientos de España. Sería lisa y llanamente imposible", ha aseverado.
En cuanto a si se pagó con dinero B la reforma de la sede nacional del PP en la calle Génova que se realizó entre 2005 y 2010, se ha limitado a decir que sabía que se estaban haciendo obras porque en esa época "iba todos los días" (era líder de la oposición y no se trasladaría a Moncloa hasta finales de 2011) y veía a los operarios haciendo obras". "Desconozco absolutamente cómo se pagaron las obras porqeu yo no llevaba ningún asunto económico", ha reiterado.
REUNIÓN CON BÁRCENAS
A las preguntas del abogado de la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade), José Mariano Benítez de Lugo, relativas a la reunión que se produjo en 2010 para negociar el despido del extesorero del PP, Rajoy ha asegurado que recordaba "perfectamente" ese encuentro, al que asistieron con el extesorero Luis Bárcenas, su mujer Rosalía Iglesias y el exministro Javier Arenas.
Según ha dicho, le pareció un encuentro "razonable" porque Bárcenas había trabajado 30 años en el partido y quería "despedirse". Allí, ha proseguido, el extesorero explicó que a partir de ese momento iba a dedicar tiempo a "defenderse" y le pidió una sala para meter sus "papeles y documentos", así como poder utilizar un coche del partido, algo que vieron "razonable".
Además, ha afirmado que no prestó "ninguna" ayuda al extesorero en el ámbito judicial y ha negado que hiciera gestiones para apartar a las fiscales del caso Gürtel. Es más, ha indicado que el SMS 'hacemos lo que podemos' que mandó al exsenador del Grupo Popular "significa" que no hicieron "nada" que pudiera "perjudicar" el proceso, al tiempo que ha confesado que se enteró de las cuentas en Suiza por los medios de comunicación, como "todo el mundo".
NO CONOCÍA A CORREA
Abundando en su tesis de que su labor era política y no tenía relación con las actividades económicas del partido, ha dejado claro que no conocía al supuesto cabecilla de la trama, Francisco Correa. "Si le conocía era de saludarlo en algún acto del partido, cosa que no puedo afirmar con total nitidez", ha apostillado.
Es más, ha dicho que no sabía si Correa se paseaba por 'Génova'. "No tengo ni la más remota idea ni la tengo hoy de quién tiene llave o aparca el coche". A renglón seguido, ha explicado que decidió cortar relaciones con Correa a finales de 2004 porque el tesorero, entonces Álvaro Lapuerta, le dijo que "algunos proveedores estaban usando el nombre del partido en algunos ayuntamientos de Madrid".
Rajoy ha relatado que él le preguntó a Lapuerta si había algo "no ajustado a derecho" y su respuesta fue que no tenía pruebas "pero que no le gustaba" y le propuso dejar de trabajar con ellos. Además, ha dicho desconocer que las empresas de Correa siguieran trabajando en Valencia y quién organizó el Congreso del PP que se celebró en esa ciudad en 2008.
UNA RELACIÓN "NADA ESTRECHA" CON PABLO CRESPO
A preguntas del abogado Virgilio Latorre sobre su relación con Pablo Crespo, el presidente del Gobierno ha recordado que éste fue secretario de Organización en Galicia y que cuando él iba a su tierra porque era diputado por Pontevedra, mantenían una relación "absolutamente política y nada estrecha". "Cuando Crespo se vino a Madrid y comenzó a trabajar con Correa, no he vuelto a tener ninguna suerte de relación con él", ha manifestado.
En el caso de Álvaro Pérez, 'El Bigotes', ha señalado que no tenían relación y ha añadido que es posible que haya coincidido con él porque se han "publicado fotos" y las personas que organizan los actos del partido suelen estar allí. Dicho esto, ha asegurado que desconocía la carta que le envió a finales de 2003 hablándole de una deuda del partido en Galicia. "Desconocía la existencia de esa deuda ni sé como se resolvió", ha apuntado.
Sobre Jesús Sepúlveda, ha dicho "tener la sensación" de que en las campañas de 1994 y 1995 se ocupaba en el PP de "temas de vallas y banderolas" y ha añadido que cuando regresó al PP en 2003 como secretario general --tras designarlo Aznar su sucesor-- no tuvo "prácticamente ninguna relación".
Diferente fue con Ana Mato, exmujer de Sepúlveda, que llevaba "bastante tiempo" en el partido y la nombró ministra de Sanidad. "La relación fue fundamentalmente profesional y política pero era una persona con la que tenía más relación que con otros. Yo tenía relaciones con personas del ámbito político, no económico ni jurídico", ha manifestado.
SUS FUNCIONES EN GÉNOVA
Durante su testifical, Rajoy ha explicado que entre 1996 y 2003 --ocupó varias carteras en los gobiernos de José María Aznar-- no realizó "ninguna actividad en Génova", con la excepción de la dirección de la campaña de las elecciones generales de 2000.
Según ha explicado, tanto él como los otros dos vicesecretarios generales no ejercían tareas en Génova en aquellos años al estar en el Ejecutivo. "De facto no ejercíamos ninguna función en Génova, igual que el presidente; luego se nombró un secretario general que sí estaba allí, en 1999", ha remachado.