El presidente está abierto a escuchar en este primer encuentro, que Moncloa enmarca en la "normalidad institucional"
MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, trasladará mañana personalmente al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, su rechazo al plan secesionista que promueve el Gobierno catalán pero está dispuesto a hablar de cuestiones competenciales y financieras en el marco constitucional, según han informado a Europa Press fuentes gubernamentales.
Esta primera reunión entre ambos dirigentes --prevista para las 17.00 horas en el Palacio de la Moncloa-- se produce tres meses después de que Puigdemont fuera investido presidente de la Generalitat.
El Gobierno del PP enmarca esta entrevista en la "normalidad institucional" y recuerda que se produce a petición de la Generalitat. "Escucharé a Puigdemont como a todos los presidentes de comunidades autónomas, sin orden del día fijado y como siempre abierto a escuchar", dijo hace unos días el propio Rajoy.
EL PROYECTO INDEPENDENTISTA
Puigdemont llevará a La Moncloa su plan soberanista para exponérselo personalmente a Mariano Rajoy, quien le recalcará que esas reivindicaciones de corte independentista no tienen cabida porque atentan contra la soberanía nacional y el PP no está dispuesto a hacer ningún tipo de concesión en este asunto, según han indicado las fuentes consultadas.
Este mismo martes, en una comparecencia para valorar los 100 primeros días del Gobierno catalán, Puigdemont ha asegurado que no se "entendería que fuera a Madrid y no hablara" de su plan soberanista para llevar a Cataluña a la independencia. De hecho, ha insistido en que no puede obviar en esa cita que el suyo es "un gobierno independentista que se sustenta en una mayoría independentista en el Parlament".
El presidente de la Generalitat quiere hablar con Rajoy de cuatro ejes: la relación de Cataluña con el resto de España, derechos básicos de los ciudadanos y su relación con el límite de déficit, "incumplimientos" del Estado y judicialización de la política.
Pese a que formalmente no se han reunido nunca, Puigdemont ha expuesto que le consta que Rajoy es un persona correcta y amable y ha confiado que de la reunión saldrán acuerdos concretos: "No quiero pensar que las demandas de los catalanes volverán de vacío".
Fuentes de Moncloa ya avanzan que no habrá diálogo ni concesión sobre ese proyecto secesionista porque con la unidad de España "no se juega". De hecho, recuerdan que el Gobierno ha ido recurriendo todos los pasos hacia la independencia que han dado la Junts pel Sí y la CUP, empezando por la resolución independentista aprobada por el Parlamento catalán y anulada por el Tribunal Constitucional.
LA FINANCIACIÓN AUTONÓMICA
Sin embargo, sí que ven posible que en esa entrevista se hable de cuestiones competenciales y relativas a la financiación en el marco estatutario y constitucional que, según destacan, es en el que Rajoy va a desenvolverse.
La pasada semana, la portavoz del Gobierno catalán, Neus Munté, dijo que Puigdemont está abierto a discutir una reforma de la financiación autonómica que incluya al conjunto de las autonomías si esto se plantea desde el Estado, pero el gobierno catalán en ningún caso la lideraría.
La reforma de la Constitución tampoco entra en los planes del Ejecutivo catalán, pero no se cierra a ella en el caso que llegara. Aunque no se cierran ni a la financiación ni a la reforma constitucional, subrayan que en Cataluña "las urnas ya han hablado" en las elecciones catalanas de septiembre de 2015, y hay un mandato para avanzar hacia la independencia, según apostilló Munté.
EL CUMPLIMIENTO DEL OBJETIVO DE DÉFICIT
Aunque es el primer encuentro entre ambos, en estos meses ha seguido habiendo contactos entre los distintos ministerios y los consejeros catalanes para "evitar el colapso de las finanzas catalanas", según recuerdan desde el Ejecutivo.
Se prevé que Rajoy traslade a Puigdemont que las comunidades, como parte del Estado que son, deben ser conscientes de sus responsabilidades a la hora de cumplir los compromisos de déficit. El Gobierno catalán considera que el objetivo de déficit asignado a Cataluña para 2016 resulta "inasumible"(0,3% en 2016).