MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El diputado de Izquierda Unida en el Congreso Gaspar Llamazares ha criticado este martes que ni el PSOE ni el PP se hayan dirigido a IU, "ni para bien ni para mal", durante el proceso de negociación de la reforma para limitar el déficit en la Constitución, al tiempo que ha asegurado que dicha modificación, que este martes comienza a debatirse en el Congreso, es "inconstitucional" porque, a su parecer, "los dos partidos mayoritarios han roto el consenso".
En declaraciones a RNE, recogidas por Europa Press, el portavoz parlamentario de IU ha aseverado que ni el PP ni el PSOE "tienen el monopolio de la voluntad popular" y que, por lo tanto, "deberían someter la reforma" a un referéndum popular. "Esta ruptura constitucional necesita de la voluntad popular, de constituyentes y de la opinión ciudadana", ha señalado.
En este sentido, Llamazares ha afirmado que los dos partidos mayoritarios que han pactado la reforma "han encerrado las posibles negociaciones dentro de sus grupos parlamentarios" sin dirigirle "ni una palabra" a otras formaciones, en este caso a Izquierda Unida. "Eso en mi opinión es una afrenta al parlamentarismo, una burla", ha criticado.
"Decidir esto por el mecanismo urgente y por lectura única no tiene precedentes y en mi opinión es claramente inconstitucional", ha manifestado, para añadir que, a su juicio, "una reforma constitucional no se puede hacer en 48 horas, sin diálogo, sin enmiendas y sin acuerdos". "Eso es lo que pretenden los dos partidos mayoritarios monopolizando y patrimonializando como si se tratara de una propiedad personal", ha matizado.
Asimismo, ha insistido en la necesidad de celebrar un referéndum para que los ciudadanos puedan dar su opinión ante la que califica de una reforma "dura, total y que subordina la Constitución a un balance de beneficios y pérdidas", al tiempo que ha asegurado que "lo que pretenden los dos partidos mayoritarios es cambiar una Constitución de ciudadanos por una de mercados".
"Estamos totalmente en contra de introducir el déficit, de sacralizarlo y no sacralizar por ejemplo las necesidades sociales que tiene en estos momentos nuestro país o el derecho al empleo que es un derecho fundamental", ha apuntado.