El tope de alquileres, la propuesta de crear una empresa pública de energía o la política de defensa y la OTAN, otros focos de división
MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La toma en consideración de la Ley 'solo sí es sí' ha vuelto a evidenciar este martes en el Congreso las tensiones internas en el Gobierno de coalición, pero no es la única porque el PSOE y Unidas Podemos acumulan ya una decena de iniciativas legislativas que han votado de forma dispar en el Pleno de la Cámara baja.
La iniciativa que el PSOE registró en solitario para cambiar una de las normativas 'estrella' del Ministerio de Igualdad, ante los casos de rebajas de penas a condenados por agresión sexual, ha propiciado una crisis interna, dado que el PSOE ha votado a favor y Unidas Podemos se ha posicionado en contra, cruzándose además reproches y críticas.
En el Pleno de este martes también ha visualizado una nueva fractura entre las dos formaciones del Ejecutivo, al rechazar el PSOE la tramitación de la ley que apoyó en el Parlamento de Baleares para modificar la norma estatal de Arrendamientos Urbanos y topar el precio de los alquileres, una proposición de ley que Unidas Podemos sí ha respaldado.
Los episodios de ruptura respecto al sentido de voto de los aliados en iniciativas legislativas se han sucedido a lo largo de la legislatura.
Uno de sus hitos fue el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, dado que el pasado septiembre el PSOE votó a favor en el Congreso mientras que Podemos, con sus ministros, optó por la abstención, y los diputados de IU prefirieron votar en contra.
Precisamente la cuestión de la Alianza Atlántica provocó por primera vez en la legislatura que el espacio confederal se desmarcara de su socios del PSOE, dado que en 2020 también se abstuvo en la votación para la adhesión de Macedonia del Norte a la OTAN.
Otro caso paradigmático de la dinámica de choque parlamentario que arrastran se dio en mayo del año pasado, dado que por primera vez los socios de coalición se dividieron en un proyecto de ley que había salido del Consejo de Ministros que comparten, concretamente la ley Audiovisual: por un lado los socialistas votaron a favor y por otro los morados optaron por la abstención por "responsabilidad", dado que el texto final de la normativa no era de su agrado.
RECHAZO DEL PSOE A PROPUESTAS DE LEY DE LOS MORADOS
Además, el PSOE ha tumbado en los últimos meses media docena de iniciativas legislativas presentadas o apoyadas por Unidas Podemos en el Pleno del Congreso.
Por ejemplo, los socialistas rechazaron el año pasado la proposición de ley de vivienda que propusieron los colectivos sociales, que sí apoyaron los morados, y lo mismo ocurrió con su propuesta legislativa para crear una empresa pública de energía.
El Grupo Socialista también derribó en 2022 el texto propuesto por los morados para crear un impuesto para las grandes fortunas (aunque con el tiempo el Gobierno lanzó un tributo temporal que grava patrimonios por encima de los 3 millones de euros), una reforma de la Ley de Minas y otra proposición de ley para regular la integración voluntaria de determinados centros educativos concertados en la red pública de centros educativos.
Además, la división entre socios quedó patente también a la iniciativa de Unidas Podemos y diversos socios del bloque de investidura en el caso de la proposición para permitir el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, que el PSOE tumbó junto a PP, Vox y Ciudadanos.
EL SÁHARA, CASO RECURRENTE
Un caso singular ha sido la cuestión del Sáhara Occidental tras el giro del PSOE al asumir el plan de autonomía en la zona propuesto por Marruecos. En esta materia los socialistas se han quedado solos en el hemiciclo en su voto en contra de varias iniciativas.
La última fue en febrero de este año cuando la proposición de Ley impulsada por Unidas Podemos para conceder la nacionalidad española, bajo la modalidad de carta de naturaleza, a los saharauis nacidos hasta que este territorio estuvo bajo soberanía española en 1976, logró la mayoría para continuar su tramitación.
En esa ocasión, la propuesta del socio minoritario del Ejecutivo cosechó el apoyo que el PP, Ciudadanos y aliados tradicionales del Gobierno como ERC, PNV y Bildu. Vox, por su parte, ha optado por la abstención y el PSOE fue el único grupo que se opuso.