MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Rey Felipe VI participará el próximo 24 de enero en el Foro Económico Mundial que se celebra en la localidad suiza de Davos entre los días 22 y 26 de ese mes, han informado este miércoles fuentes de la Casa Real.
A este foro anual, según sus organizadores, asistirán unos 350 responsables mundiales, entre ellos 60 jefes de Estado y de Gobierno, que este año se reunirán bajo el lema 'Crear un futuro compartido en un mundo fracturado'.
Entre otros, está anunciada la asistencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se convertirá en el primer mandatario de EEUU que acude a esta cita en 18 años, así como del francés Emmanuel Macron y del argentino Mauricio Macri.
A la cita acuden también los presidentes de las principales empresas del mundo y alrededor de un millar de líderes sociales, académicos y de los medios de comunicación.
Será la primera vez que el Rey acuda a Davos, aunque el pasado mayo ya asistió a la reunión del Foro Económico Mundial sobre Oriente Próximo y el norte de África que se celebra en Jordania, una cita a la que también acudió Juan Carlos I en 2011.
Así, ésta será también la ocasión en la que España contará con la representación institucional más alta en esta reunión. Todo ello en un momento en el que el Gobierno se ha fijado como prioridad consolidar una recuperación económica para la cual aprecia un solo riesgo, la crisis abierta en Cataluña por el desafío secesionista.
GUINDOS, EL ASISTENTE HABITUAL
Durante los Gobiernos de Mariano Rajoy el enviado habitual ha sido el ministro de Economía, Luis de Guindos --salvo en 2014, cuando fue José Manuel Soria--. El propio Rajoy no ha acudido nunca y su antecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, sí lo hizo en 2010, en plena crisis.
La 48 edición del Foro de Davos se celebra, según explica la organización, en un contexto mundial que ha "cambiado dramáticamente", con "fisuras geoestratégicas" en múltiples frentes, una "realpolitik" que "ya no es solo una reliquia de la Guerra Fría", una "sobreexplotación de los bienes comunes mundiales" y el la constatación de que prosperidad económica y cohesión social "no van a la par".
En el trasfondo también está el hecho de que, políticamente, "narrativas nuevas y divisivas están transformando la gobernanza global", mientras se diseñan políticas económicas "para preservar los beneficios de la integración" pero "limitando las obligaciones compartidas" como el desarrollo sostenible o el crecimiento inclusivo.
Así, los líderes mundiales deberán debatir sobre el hecho de que, pese a la extensión mundial de las redes sociales, sigue sin alcanzarse un "propósito colectivo, global" y "mientras tanto, el contrato social entre los Estados y sus ciudadanos sigue erosionándose".