El Rey no hará de momento nuevas consultas, pero insta al diálogo y al acuerdo para evitar elecciones

Reunión del Rey con Ana Pastor
CASA REAL
Actualizado: lunes, 5 septiembre 2016 14:20

MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Rey Felipe VI ha decidido "no iniciar por el momento" nuevas consultas con los partidos sobre la formación de Gobierno, pero les ha instado a "dialogar" y "concertar" para evitar una nueva convocatoria electoral, ha informado la Casa del Rey en un comunicado.

Como ocurrió tras la investidura fallida del socialista Pedro Sánchez en marzo pasado, el monarca no convocará de inmediato a los partidos para dejar que sean ellos los que "puedan llevar a cabo las actuaciones que consideren conveniente a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución", que establece el mecanismo para la formación de Gobierno o la convocatoria de elecciones si resulta imposible formar gobierno.

Pero como ésta es la segunda ocasión en la que se está produciendo una situación hasta ahora inédita en nuestro país (dos investiduras fallidas) el Rey "cree conveniente recordar" que "la pluralidad política, expresada en las urnas, conlleva una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso, con la finalidad de tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos", mensaje que ya trasladó en su Mensaje de Navidad del año pasado, que tuvo lugar cuatro días después de las elecciones del 20 de diciembre.

El Rey también incide en que en un régimen constitucional y democrático de Monarquía parlamentaria como el que rige en España, "las Cortes Generales son la sede donde, tras el debate y el diálogo entre las fuerzas políticas, se deben abordar y decidir los asuntos esenciales de la vida nacional", entre los que se incluye evidentemente la elección del presidente del Gobierno, aunque no lo diga expresamente el comunicado.

Con este llamamiento, el monarca insta a los partidos a dialogar y a llegar a acuerdos, también en lo que se refiere a la formación de gobierno, para evitar así una nueva convocatoria electoral.

El jefe del Estado ha comunicado su decisión este lunes a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, a la que ha recibido en audiencia en el Palacio de la Zarzuela y con la que ha estado reunido por espacio de una hora, en un encuentro más largo de lo habitual.

El Rey ha pedido a Pastor que traslade su decisión a los partidos y mantendrá un "contacto regular y permanente" con Pastor de cara a los pasos siguientes que pueda dar el monarca en cumplimiento del artículo 99 de la Constitución.

La audiencia con Pastor, que se ha prolongado más de lo que se esperaba, ha obligado a la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, que ha llegado puntual, a esperar hasta que saliera Pastor, que abandonó Zarzuela a las 13.05 horas. Solo cuando Pastor hubo llegado al Congreso, la Casa del Rey ha emitido el comunicado.

Felipe VI recibió a Pastor en el Salón de Audiencias y posó unos segundos ante la prensa gráfica con semblante serio, antes de invitar a la presidenta de la Cámara Baja a invitar a su despacho.

Pastor ha acudido a Zarzuela con una carpeta en la que llevaba el acta oficial del Congreso que dejaba constancia del resultado de la votación de la investidura fallida del líder del PP y presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que perdió por 170 votos a favor frente a 180 en contra, tanto en primera como en segunda votación.

Una vez que fracasó el viernes pasado la investidura de Rajoy, para que se celebre un nuevo debate de investidura es obligatorio que el monarca abra una nueva ronda de consultas con los partidos y encargue la formación de gobierno a un candidato, que podría ser de nuevo Rajoy o alguien distinto.

Ahora bien, el plazo para tramitar otras propuestas de candidatos a la investidura expira el próximo 31 de octubre, según el límite que fija la Constitución española en su artículo 99.

También podría ocurrir que el jefe del Estado no nombrase ningún candidato a la investidura, si los partidos no avanzan en sus negociaciones para formar gobierno.

Si esto ocurre, o si no prosperan nuevas investiduras aunque se intente, el Rey se vería de nuevo abocado a disolver las Cortes y convocar elecciones, que caerían el día de Navidad a no ser que los partidos tramiten una iniciativa legislativa para adelantar la fecha.