Se ausentaron VOX, ERC, Bildu, el BNG y la CUP
MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los Reyes Felipe y Letizia, junto con sus hijas, han presidido este jueves en el Palacio Real un emocionado homenaje de recuerdo a las víctimas de Covid-19. En él se ha evocado a los fallecidos y se ha alabado la labor de los sanitarios durante los últimos meses de lucha contra el virus, aunque no se ha realizado en ningún momento una referencia expresa al número concreto y total de muertos por la pandemia.
El acto ha comenzado con la llegada de las autoridades al Patio del Príncipe. Allí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido a los Reyes, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía; que a continuación han saludado a las autoridades principales, todos ataviados con mascarilla (la mayoría de color negro) y guardando la distancia de seguridad.
Entre ellos estaban las principales autoridades del Estado, el Gobierno al completo, altos representantes de la Unión Europea e instituciones internacionales, todos los presidentes de comunidades autónomas y los expresidentes del Gobierno (excepto Felipe González). Sánchez ha participado en esta línea de saludos detrás de los Reyes y sus hijas.
Tanto la entrada al Palacio Real como el desplazamiento a su interior han dejado algunos momentos en los que se ha podido ver conversar a representantes de distinto signo político, como el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; o el presidente vasco, Iñigo Urkullu, hablando con el mandatario andaluz, Juan Manuel Moreno.
Además, entre quince y veinte ciudadanos se han congregado a la entrada del Palacio y han aplaudido a los Reyes a su llegada, así como dirigido 'caceroladas' --grabadas con el móvil-- al presidente del Gobierno y el vicepresidente Pablo Iglesias a su salida, con gritos de 'asesino'.
En el homenaje han estado representados todos los partidos políticos nacionales excepto Vox, que ve el acto como "una ceremonia exculpatoria" del Gobierno, al que acusa de "ocultar" la cifra real de fallecidos por la pandemia. Tampoco han participado ERC, Bildu, BNG ni la CUP. Desde ERC han trasladado todo su apoyo y solidaridad con las víctimas pero creen que el acto supone un "blanqueamiento" de la monarquía.
LA INFANTA ACOMPAÑA AL REY EN EL HOMENAJE
La periodista Ana Blanco ha sido la encargada de dirigir la ceremonia civil, que se ha celebrado en la plaza de la Armería y que ha comenzado con el encendido de una llama en recuerdo a las víctimas. Frente a ella todas las autoridades e invitados han depositado una rosa blanca como símbolo de homenaje, un gesto en el que la Princesa Leonor ha acompañado a su padre.
Junto a Felipe VI y la Princesa en este gesto han estado los dos representantes de la sociedad civil que han tomado la palabra: Hernando Calleja, hermano del periodista José María Calleja, fallecido por el virus, y la enfermera Aroa López, supervisora del servicio de urgencias del hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Hernando Fernández Calleja ha recordado a todas las víctimas de la pandemia y ha citado los nombres de personas conocidas fallecidas a consecuencia del virus pero también de ciudadanos anónimos que han perdido la vida durante los últimos meses. "Honrar a todos los muertos anónimos, silenciosos, que perdieron la vida a consecuencia de esta terrible enfermedad", ha subrayado.
También ha reivindicado la necesidad de no olvidar a ninguno de los fallecidos porque "la memoria es un deber" y, a su juicio, "el mejor homenaje" que se les puede hacer. "Mantenernos unidos en su recuerdo y construir juntos el país que ellos hubieran querido compartir", ha pedido.
DEFENSA DE "LA SANIDAD DE TODOS"
La enfermera Aora López, por su parte, ha recordado los duros momentos vividos por lo sanitarios --"detrás de los EPIs no había héroes, éramos personas"-- y ha agradecido los aplausos de las ocho de la tarde, aunque ha pedido que no se olvide lo vivido y se sigan respetando las recomendaciones sanitarias. "Piensen en los que fallecieron y también en los profesionales sanitarios, que su esfuerzo nunca sea en vano", ha reclamado.
Pero además, se ha dirigido a los poderes públicos para pedirles que defiendan "la sanidad de todos" porque considera que "no hay mejor homenaje que velar" por la salud de sus profesionales y garantizar la "dignidad" de sus trabajos. "No olvidemos por favor nunca la lección aprendida", ha insistido.
FELIPE VI: "ESPÍRITU DE SUPERACIÓN"
Mientras, el Rey ha pronunciado un discurso en el que ha sostenido que "el mejor homenaje renovado" que se puede rendir a las víctimas es "la determinación frente a la adversidad y el espíritu de superación del pueblo español", que "muestran el camino a seguir para afrontar y vencer las dificultades".
"Hemos contraído una obligación moral y un deber cívico", ha dicho el jefe del Estado. "La obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia", ha afirmado.
Al volver a su lugar, se ha podido ver cómo la Princesa Leonor le recordaba que debía volver a ponerse la mascarilla, que se había quitado para pronunciar las palabras de homenaje a las miles de víctimas y personas contagiadas por el virus.
PRESIONES Y APOYO AL REY
El acto ha finalizado con una grabación del actor José Sacristán con la lectura del poema 'Silencio', de Octavio Paz; y un minuto de silencio tras el que las autoridades han abandonado el recinto. A su salida, los Reyes han vuelto a recibir aplausos de algunos ciudadanos congregados a las puertas del Palacio Real.
Ya fuera del recinto, algunas de las autoridades han hecho declaraciones a la prensa mostrando su dolor por las víctimas de la pandemia. Pero también ha habido mensajes como el de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, insistiendo en que la Casa Real debe tomar sus decisiones respecto al Rey emérito.
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha aprovechado la ocasión para trasladar un mensaje de "respaldo" a la Casa Real y en concreto a Felipe VI. "Es una institución esencial, el símbolo de la continuidad histórica de España", ha reivindicado "frente a los ataques de algunos ministros del propio Gobierno".