MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, no contempla abrir una línea de diálogo con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para pedirle que los socialistas faciliten la investidura de Mariano Rajoy, y ni siquiera se plantea utilizar su influencia andaluza, habida cuenta de que el partido naranja mantiene una relación de colaboración con Susana Díaz.
Rivera ya venía diciendo que la tarea de pedir apoyos a la investidura corresponde al propio candidato, Mariano Rajoy, y no a Ciudadanos, por mucho que haya firmado un acuerdo para sumar sus votos a los del PP.
Pese a que Rajoy se reunió el pasado lunes con Sánchez y aun sabiendo que la investidura no parece que vaya a prosperar esta semana, en el partido de Rivera siguen pensando que debería ser el PP quien tendiera puentes con el PSOE.
NO VA A MALMETER CON SUSANA DÍAZ
Por ello, el presidente de C's no prevé coger el teléfono para llamar a Pedro Sánchez, con quien mantiene una buena relación, y tampoco piensa pedir a su coordinador en Andalucía, Juan Marín, que haga gestiones con la presidenta autonómica, Susana Díaz, para tratar de flexibilizar la 'categórica' oposición del PSOE. Según ha comentado en privado, no tiene sentido malmeter.
Así las cosas, Ciudadanos prefiere dar tiempo al PSOE para que reflexione por propia voluntad, pues están convencidos de que al final habrá movimientos en el partido, tanto antes como después de las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre.