TC acoge un acto de magistradas eméritas, que reclaman una composición más equilibrada de las instituciones con mayor presencia de mujeres
MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Constitucional (TC) ha celebrado este miércoles el Día de la Mujer con un acto en homenaje a las magistradas que han formado y forman parte de la institución, que han sido únicamente seis en 40 años. La actual vicepresidenta, Encarnación Roca, ha criticado este hecho y ha recordado que en lo referido a las renovaciones que deben ser realizadas por el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) nunca se han propuesto mujeres para este órgano, ya que las que han entrado siempre lo han sido en los turnos de renovación por el Congreso o el Senado.
En el acto han intervenido, además de la vicepresidenta del Tribunal Constitucional Encarnación Roca, la presidenta emérita María Emilia Casas, la vicepresidenta emérita Adela Asua y la magistrada emérita Elisa Pérez -Gloria Begué, la primera en entrar en el órgano en 1980, falleció hace unos años-, y ha contado asimismo con la presencia del presidente Juan José González Rivas y casi todos los magistrados actuales del Tribunal.
Todas las ponentes han reclamado una composición más equilibrada de las instituciones, con mayor presencia de mujeres, que se corresponda con la sociedad actual.
Roca ha remarcado el "importante déficit en igualdad" en el seno del Tribunal, así como el hecho de que hasta ahora todas las que han sido magistradas del TC, ha explicado Roca, llegaran del mundo académico, nunca ha habido una juez de carrera . Las circunstancias en el caso de Roca son diferentes, puesto que ella llegó al TC procedente del Supremo, si bien allí había ingresado por el turno de juristas de reconocido prestigio.
MOMENTOS COMPLICADOS DE CASAS
Roca ha realizado además una semblanza y homenaje a las magistradas eméritas, de quienes ha destacado su "altísima calidad" y "los altos puestos de responsabilidad y representación" que desarrollaron en el Tribunal. En el caso de la que fuera única presidenta hasta ahora, María Emilia Casas, la vicepresidenta del TC ha destacado los momentos complicados a los que tuvo que enfrentarse por "intereses internos y externos" y que resolvió "aunque no fueron bien entendidos por todos", y ha añadido ¿Por ser mujer?".
Por su parte, Casas también ha lamentado la escasa presencia de mujeres en la composición del Tribunal y ha aludido a la cuota a la inversa; esto es, que se ha asumido por los poderes electorales de los miembros del Tribunal que con la designación de dos magistradas sobre 12 se cumpliría con la proporcionalidad igualatoria.
"Seguimos en una eternización de la hegemonía masculina y se debe a los sesgos de género, creados por los hombres pero asumidos por las mujeres, y eso se llama techo de cemento, no techo de cristal", ha añadido.
También ha recordado que pese a lo necesario de las reivindicaciones del papel ejercido por "mujeres relevantes" que se realizan estos días, es importante hacer un homenaje a las mujeres "no relevantes, que hacen compatible la ética del cuidado con su trabajo en el mundo productivo, mujeres anónimas que merecen un reconocimiento". La carga del cuidado, ha añadido, debe ser también repartida en términos igualitarios.
La vicepresidenta emérita Adela Asua, que formó parte del Tribunal entre 2010 y 2017, también se ha referido al escaso número de mujeres que han sido nombradas en el Tribunal a lo largo de estos 40 años, pues ha contribuido a que la imagen del TC se pueda erosionar.
Asua ha reclamado un sentido profundo de la representación democrática reflejada en la Constitución para contribuir a una mayor igualdad en la composición del Tribunal para que sea fruto de la calidad democrática. "Las mujers de reconocido prestigio en el ámbito jurídico hace mucho que no escasean, pero no se acaba de tomar en serio la paridad", ha subrayado.
Por último, la magistrada emérita Elisa Pérez, que estuvo en el órgano de garantías entre 2001 y 2012, citando a Clara Campoamor, ha coincidido con sus compañeras en reclamar más presencia de mujeres: "Hace tiempo que ha dejado de ser un tema de cuotas; de lo que se trata ahora es de alcanzar la igualdad. Una reivindicación que hacemos nada menos que de la mano de la Constitución, lo que sin duda constituye un buen aval que legitima las pretensiones de las mujeres españolas".