Rosario Porto utilizó una tela para ahorcarse en su celda y no tenía 'preso sombra' porque hacía vida normal en Brieva

Alfonso Basterra (sentado detrás) y Rosario Porto (delante), durante el juicio por la muerte de Asunta
Alfonso Basterra (sentado detrás) y Rosario Porto (delante), durante el juicio por la muerte de Asunta - EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 18 noviembre 2020 14:12


Los funcionarios la vieron con vida en el recuento diario de las ocho de la mañana de cada celda, a donde volvieron al no asistir al desayuno

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

Rosario Porto, que cumplía condena por matar a su hija Asunta, utilizó una tela para suicidarse amarrándola a la ventana de su celda de la cárcel de Brieva (Ávila) y no tenía 'preso sombra' desde poco después de ser trasladada en marzo a este centro penitenciario de mujeres, ya que el equipo de psicólogos determinó que podía hacer vida normal con el resto de internas en un módulo ordinario, según han informado a Europa Press fuentes del caso.

En la celda que sólo ocupaba ella no ha aparecido ninguna carta ni escrito, y tampoco nada sospechoso o prohibido, aunque sí dejó recogida todas sus pertenencias en bolsas antes de quitarse la vida. El hallazgo del cuerpo se produjo por funcionarios en el recuento de celdas después de que no bajara al comedor a la hora del desayuno. Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación interna, remitiéndose al juzgado de vigilancia penitenciaria y a la autopsia.

En concreto, los funcionarios de prisiones vieron con vida a Rosario Porto en la inspección de recuento que se hace en Brieva celda por celda a las ocho de la mañana. Según la normativa interna, las presas tienen que estar de pie para, acabado este trámite, proceder a la apertura de puertas para poder ir al desayuno. Fue entonces, alertados al no verla en el comedor en la primera comida del día, cuando los funcionarios volvieron a la celda, donde la hallaron inconsciente.

Rosario Porto llegó en marzo al centro penitenciario de Brieva después de pasar por otros dos en Galicia, el de Teixeiro y A Lama, donde sí se le aplicó hasta en seis ocasiones el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS). Los funcionarios vigilaban sus cambios emocionales en el cumplimiento de los 18 años de prisión por asesinar junto a su marido Alfonso Basterra a su hija adoptiva, cuyo cadáver fue hallado en 2013.

OTROS EPISODIOS CON PASTILLAS Y CORDONES

Rosario Porto había protagonizado varios episodios como la ingesta de pastillas o el uso de unos cordones alrededor del cuello en lo que se interpretó internamente como una llamada de atención, ante la imposibilidad de quitarse la vida con dichos cordones.

El protocolo antisuicidios no se puede mantener de forma indefinida ya que implica que el interno esté 24 horas supervisado con lo que se denomina 'preso sombra', normalmente en la enfermería. En el caso de la condenada por matar a su hija Asunta, se decidió por parte de los psicólogos renunciar al protocolo debido a la evolución favorable una vez que llegó a Brieva, donde ejercía una "cierta ascendencia" hacia el resto de reclusas por su condición de abogada.

También dio muestras de mejoría porque se cuidaba físicamente y pedía cremas y otros productos de belleza, haciendo vida normal en el módulo ordinario que compartía con otras presas, de ahí la sorpresa causada entre los funcionarios y la dirección de Brieva por utilizar una tela para ahorcarse.

INVESTIGACIÓN INTERNA Y AUTOPSIA

Instituciones Penitenciarias ha informado del suceso con la apertura inmediata de una investigación para esclarecer las circunstancias que rodean a esta muerte después de que los funcionarios de vigilancia encontraran a Rosario durante el recuento en la celda que solo ocupaba ella.

Inmediatamente, según el organismo dependiente del Ministerio del Interior, se le han practicado maniobras de reanimación, dando aviso a los servicios de emergencias 112, que sólo han podido certificar la muerte de Rosario Porto. También se ha dado traslado al juzgado de guardia y a la familia.

La mejora del plan de prevención de suicidios en las cárceles de la Administración General del Estado es un tema de debate recurrente en las Cortes. En su informe de 2019, el Consejo de Europa estableció que la tasa de suicidios en España estaba por debajo de otros países, con 5,9 por cada 10.000 internos, frente al 7,2 de media. Por encima se sitúan las prisiones de Francia (14,7), Inglaterra (11,2), Italia (10,1) y Portugal (8,5).

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