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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, preside la VII Conferencia de Embajadores, en el Ministerio de Asuntos Exteriores - Eduardo Parra - Europa Press
MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado este lunes su respaldo al presidente de Brasil, Luiz Inazio Lula da Silva, tras el asalto ocurrido la víspera a las principales instituciones del país y ha alertado de que la mayor amenaza actual a las democracia la constituye "el resurgir de movimientos ultra dispuestos a arrollar con todo".
Sánchez ha sido el encargado de inaugurar en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores la VII Conferencia de Embajadores, ante quienes ha desgranado las prioridades y los ejes en los que se vertebra la política exterior española, que este año tendrá como principal hito la Presidencia de la UE en el segundo semestre de 2023.
El presidente ha querido arrancar su intervención expresando el "apoyo del Gobierno y el conjunto de la sociedad española" al presidente brasileño y "a las instituciones libre y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño".
Lo ocurrido en Brasilia, donde miles de partidarios del expresidente Bolsonaro asaltaron la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo, ha señalado, recuerda que "la mayor amenaza que pesa sobre la democracia y la paz", de norte a sur y de este a oeste es el "resurgir de movimientos ultras dispuestos a arrasar con todo".
MENTIRA PARA CAPTAR ADEPTOS Y ENVENENAR LA CONVIVENCIA
"Los métodos los conocemos y se repiten milimétricamente", ha subrayado, señalando entre otros el "uso sistemático de la mentira" para captar adeptos y "envenenar la convivencia" así como "el ataque de las instituciones democráticas y la legalidad democrática".
Así se vio en Estados Unidos, con el asalto al Capitolio, y también en Brasil y "lo presenciamos a diario en distintas latitudes", ha señalado, frente a ello, ha sostenido Sánchez, la acción exterior de España debe "sustentarse en los valores" recogidos en la Constitución como la democracia, la igualdad de género y el respeto a las instituciones internacionales.
Todos estos valores "se sitúan en las antípodas de este fenómeno", al que no ha dudado en tildar de "repulsivo" y "son el mejor antídoto frente a la principal amenaza de nuestro tiempo".