El primer ministro luso apuesta por un organismo internacional para autorizar todas las vacunas
ANDORRA LA VELLA, 20 Abr. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Leyre Guijo) -
Un tratado internacional sobre pandemias que permita una respuesta más efectiva a las que de seguro llegarán en el futuro y sobre todo mucho más coordinada y solidaria de la que ha habido frente a la COVID-19. Esa ha sido la reivindicación clara y rotunda que han lanzado un grupo de cinco presidentes, entre ellos Pedro Sánchez, con motivo de la Cumbre Iberoamericana que se celebra en Andorra.
Sánchez ha participado junto al primer ministro portugués, António Costa, el presidente chileno, Sebastián Piñera, y el costarricense, Carlos Alvarado, en un acto paralelo que bajo el lema 'Reformar y fortalecer el sistema de salud mundial para una mejor respuesta ante futuras pandemias', que también ha contado con la participación excepcional del presidente francés, Emmanuel Macron.
Todos ellos han coincidido en que frente a un problema global como la pandemia, en un mundo globalizado, solo caben soluciones multilaterales en las que además no quede nadie atrás porque ningún país estará a salvo mientras todos no lo estén.
"No podemos mirar al futuro sobre la base de la improvisación que hemos tenido este año, tanto para la prevención de las pandemias, como en la producción de vacunas y bienes esenciales", ha resumido Costa en su intervención en defensa de dicho tratado, una idea que puso hace unas semanas sobre la mesa el presidente del Consejo europeo, Charles Michel.
"Es fundamental una cooperación global", ha subrayado el primer ministro luso, que también ha puesto el acento en las cadenas de valor y cómo la producción de determinados bienes, como ha quedado de manifiesto durante la pandemia, han quedado concentradas en algunos países.
ACCESO A VACUNAS
En particular, varios de los participantes han llamado la atención sobre el problema del acceso y la producción de vacunas. Así, el presidente de Costa Rica ha denunciado la "desigualdad numérica abismal" que hay en el acceso, advirtiendo de que "para una recuperación global frente al Covid no habrá seguridad global hasta que estemos todos vacunados".
En este sentido, ha prevenido de que mientras no haya marcos de referencia que garanticen "no en el discurso, sino en lo fáctico, que no se quede nadie atrás, la respuesta no será óptima". Por ello, ha reclamado un tratado que contenga principios, que permita una respuesta coordinada y que haya mayor igualdad entre países".
"No hay derecho de que algunos tienen derecho de asegurar la vacunación de su población y otros no lo tienen", ha afirmado por su parte Costa, advirtiendo de que su país no estará seguro mientras no lo esté también España y que ningún país puede mantener sus fronteras cerradas para siempre.
El primer ministro luso ha reivindicado que igual que "el virus no tiene nacionalidad ni conoce fronteras, las vacunas tampoco tienen nacionalidad". A este respecto, se ha mostrado partidario de un "organismo internacional común de reconocimiento de la seguridad de las vacunas y que puedan tener una licencia global para ser comercializadas en todo el mundo". "Sino vamos a perder este reto y eso significa vidas humanas que se están perdiendo porque estamos retrasados en la producción"", ha advertido.
NO PUEDE HABER GUERRAS COMERCIALES POR LAS VACUNAS
"Todas las vacunas que demuestren su eficacia y seguridad sanitaria tienen que tener licencia de introducción en el mercado, sean producidas en Europa, en Estados Unidos, en China o en Rusia" puesto que "todos somos pocos para producir la cantidad de vacunas necesarias a escala global". "No es admisible que haya guerras comerciales con bienes esenciales como son las vacunas", ha recalcado.
Las vacunas, ha incidido Costa, tienen que llegar antes que las nuevas variantes y ahí es donde entra un tratado internacional para las pandemias, para que "en la próxima que llegue, no sabemos cuándo, el mundo esté mejor organizado para poder hacerle frente".
Por su parte, Sánchez también ha defendido la necesidad de un tratado de este tipo, incidiendo en que hay que aprender de las lecciones que deja la pandemia, empezando por que "los gobiernos no contamos con instrumentos de prevención" y ni de anticipación, de ahí que en la fase inicial "nos manejábamos en la oscuridad", también porque era un "virus desconocido".
El presidente del Gobierno ha hecho hincapié en la fragilidad manifiesta de la cadena de suministro, como quedó patente en la frase inicial ante la falta de mascarillas o respiradores, y también la falta de información y que algunos países optaran por no compartirla.
En el caso de España, ha subrayado, desde el principio se optó por "abrir la puerta" a la OMS para "compartir información" sobre lo que se estaba haciendo y también "aprender de lo que la OMS nos decía que estaban haciendo otros países".
SÁNCHEZ Y MACRON PIDEN SOLIDARIDAD
Además, ha dejado claro que "la solidaridad tiene que ser una de las principales lecciones" de esta crisis, un mensaje en el que ha coincidido Macron. El presidente francés ha defendido la necesidad de vacunar al máximo de personas posibles y ha apelado a la "cooperación vacunal", porque de la cumbre "no podemos salir solos". "Necesitamos más cooperación y un multilateralismo más eficaz", ha recalcado.
El presidente chileno, a su vez, ha apostado por reforzar la institucionalidad multilateral y un nuevo tratado que permita hacer frente mejor a futuras pandemias. Además, ha puesto en valor cómo la comunión de esfuerzos de políticos y científicos ha permitido desarrollar una vacuna en un tiempo récord.
"La raza humana no es omnipotente", ha incidido Piñera, pero "si se lo propone, siempre ha sido capaz de superar los obstáculos que parecían imposibles de superar". "Ojalá el mundo que salga de esta crisis sea un mundo más solidario, tolerante, inclusivo y sustentado", ha confiado.