Subraya que el referéndum "no se va a negociar y no se va a celebrar" y que el Estado responderá "con proporcionalidad y respeto a la ley"
MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado este lunes que el Ejecutivo tiene intención de poner en marcha proyectos en Cataluña aunque la Generalitat no quiera dialogar sobre ellos y ha subrayado que su apuesta por el diálogo con Cataluña "va mucho más allá de los dirigentes autonómicos" e incluye "diálogo directo e inmediato" con la sociedad civil y con otros partidos.
"Tenemos muchos proyectos para Cataluña, si la Generalitat se aviene a dialogar sobre esos asuntos, nosotros encantados de dialogar con ellos", ha dicho, pero ha añadido que "si están en otra cosa, y no en el día a día de los catalanes, el Gobierno tiene la obligación de seguir adelante y poner en marcha esos proyectos".
Así, ha defendido que el hecho de que el Gobierno catalán "sea o no impermeable al diálogo, el Gobierno de España no va a dejar a los catalanes en la estacada". En una entrevista en 'Los Desayunos de TVE', recogida por Europa Press, ha asegurado que en este tiempo ha visto que muchos ciudadanos en Cataluña "se han visto reconfortados porque el Gobierno de la nación esté allí preocupándose por estos temas".
Esta presencia, ha añadido, se tiene que "mantener en el tiempo" y así lo ha hablado con mucha gente "de otros partidos, en especial con el Partido Socialista que es el otro gran partido nacional". "Hay que estar allí", ha defendido, porque la gente no tiene culpa "de que la Generalitat, al menos públicamente, diga que si dinámica es esta del referéndum".
NO DESPRECIAR FINANCIACIÓN O INFRAESTRUCTURAS
De hecho, ha pedido no despreciar asuntos como la financiación autonómica, las infraestructuras y otros asuntos que son una "preocupación muy real" de los catalanes, en vez de apostar siempre por un "discurso muy teórico" o en "soluciones de tipo constitucional".
Es más, ha advertido de que una reforma constitucional "no lo arregla todo" y de que para acometer esa tarea hay que tener claro qué se quiere hacer y con qué apoyos se cuentan.
En concreto, ha avisado que, si se abriese una reforma en el momento actual, ERC no participaría "porque está en otra cosa", Unidos Podemos querría un "proceso constituyente para un modelo confederal", Bildu querría "república independiente de Euskal Herria", UPN derogar la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución para impedir la unión del País Vasco y Navarra, Ciudadanos cuestiones relacionadas con la "regeneración" y el PSOE un modelo federal "que para unos es simétrico y para otros asimétrico".
Y además, ha recordado que Unidos Podemos ha avanzado que someterá a referéndum cualquier reforma constitucional que se haga --basta que lo pidan 35 diputados--, así que para eso hace falta saber qué se quiere hacer y cómo se va a plantear a los ciudadanos. Por todo ello, ha pedido prudencia y diálogo previo, recordando los resultados de los últimos referendos celebrados en países europeos.
EL REFERÉNDUM CATALÁN, "ANORMALIDAD DEMOCRÁTICA"
Por otro lado, ha tachado de "anormalidad democrática" que los independentistas catalanes apuesten por un referéndum de autodeterminación que no está amparado por la Constitución española.
En este punto, ha recalcado que "cuando alguien pretende poner en marcha un desafío de esa naturaleza merece una respuesta del Estado, que es mucho más que el Gobierno, y la va a haber", con proporcionalidad y con firmeza.
"Ese referéndum no se va a negociar, no se va a celebrar, y el Estado tiene instrumentos para hacerlo, buscando siempre la proporcionalidad, el respeto a las leyes y el diálogo", ha zanjado.