Lamenta que el clima sea "de pérdida de libertad y de incremento de episodios violentos en la calle"
MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, considera que desde el principio estaba claro que la actual legislatura catalana sería "fallida, dure el tiempo que dure", porque está en manos de los "radicales" y ahora esta dependencia "la han llevado al límite".
En una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, después de que la CUP haya decidido mantener su veto a los presupuestos de la Generalitat, Santamaría ha opinado que Junts pel Sí (la coalición de CDC y ERC en las últimas autonómicas) tenía que saber perfectamente en manos de quién se ponían cuando aceptaron la investidura con sus votos.
Y ha añadido que lo que es "muy duro" es que los presupuestos catalanes, de los que dependen las sanidad, la educación y los servicios sociales, estén sujetos a "concesiones al partido más radical del panorama político".
Además, ha avisado de que la actual "deriva" en Cataluña lo está "perjudicando todo" y que se vive un clima de "pérdida de libertad, de incremento de episodios violentos en la calle", que es lo contrario de lo que quiere la gente y de lo que es la obligación de las administraciones, mantener la seguridad y la estabilidad.
A su modo de ver, el problema no es lo que aguante el actual presidente, Carles Puigdemont, y "cualquiera de las dos soluciones (continuar la legislatura o convocar elecciones) es mala", sino "la dinámica de la radicalidad a la que han ido evolucionando los partidos estos años".
Respecto a las concesiones que Junts pel Sí estaba dispuesta a hacer para que la CUP diese vía libre a la tramitación de las cuentas, la vicepresidenta ha avisado de que una Agencia Catalana de Protección Social para las pensiones sería, además de contraria a la Constitución, "un riesgo" para los pensionistas catalanes.
De hecho, ha subrayado que el sistema actual de la Seguridad Social aporta en Cataluña más de lo que recauda por cotizaciones sociales en esa comunidad, de manera que un sistema sólo catalán no podría financiarse. La seguridad de los pensionistas, ha dicho, no tiene por qué depender de que Puigdemont pacte con la CUP la creación de una Seguridad Social paralela.
En cuanto a la posibilidad de cambiar la ley de estabilidad presupuestaria, ha respondido al Govern que si de verdad quieren beneficiar el gasto social deben dejar de gastar dinero en partidas "que no son de su competencia y que no sirven para nada", como el despliegue exterior que es, ha dicho, "un fracaso". "Que hagan presupuestos dedicados a gasto social, que además se lo está financiando el Gobierno a tipo cero", ha añadido.
Por otro lado, Santamaría ha insistido en que a los independentistas no se les contentará con una reforma de la Constitución, porque ellos consideran cada cosa que consiguen como una "meta volante" pero no cambian su objetivo final.
Así, ha recalcado que cualquier reforma de la Constitución debe pensar "en el beneficio de todos los españoles" más que en intentar contentar a quien no se va a dar por satisfecho.
EL PSOE PRIMERO TIENE QUE ACORDAR CONSIGO MISMO
A su juicio, la reforma que propone el PSOE es "una absoluta indefinición" y no aclara en qué va a consistir el reconocimiento de la singularidad de Cataluña. Es más, le ha dicho a Sánchez que, para proponer una reforma de la Constitución, lo primero que tiene que hacer es sentarse con el propio PSOE para lograr un acuerdo dentro del partido.
En todo caso, ha avisado de que una reforma constitucional no puede hacerse con las mismas premisas de 1978, porque entonces "el mapa estaba vacío" y hoy hay comunidades autónomas. Y también ha recalcado que para someter a referéndum cualquier reforma constitucional basta con que lo pidan 35 parlamentarios, de manera que los procesos de reforma tienen que "empezarse muy bien y cerrarse muy bien porque si no pueden acabar peor de lo que empezaron".