PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos urgen a removerle de la delegación española, pero hay dudas jurídicas de que pueda llevarse a cabo
MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El senador del PP Pedro Agramunt se ha reunido este miércoles con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en busca de apoyo ante las presiones crecientes para que dimita de su cargo de presidente de la Asamblea del Consejo de Europa, como consecuencia de un polémico viaje que efectuó en marzo a Siria, donde se entrevistó con Bashar el Assad.
Tras la cita, Agramunt ha explicado a Europa Press que no piensa abandonar su puesto.
Tanto el régimen sirio, como sectores rusos que lo apoyan, aprovecharon la presencia de Agramunt en Damasco para presentarlo como un respaldo del Consejo de Europa a El Assad, lo que soliviantó a la mayoría de la Asamblea, que no tuvo conocimiento previo de ese viaje.
Agramunt, que ha intentado pasar desapercibido enfundándose unas gafas de sol y esquivando a la prensa, ha entrado en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo antes de que terminara el Pleno para entrevistarse con Pastor en su despacho, a petición del senador.
Al término del encuentro, el propio Agramunt ha asegurado a Europa Press que no quería dar detalles sobre ese encuentro, pero se ha mantenido firme en su oposición a renunciar al cargo, pese a que el próximo 9 de octubre, si él no se mueve antes, la Asamblea votará una moción de confianza para forzar su expulsión.
La entrevista se produce un día después de que PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos solicitaran formalmente a las Mesas del Congreso y del Senado sustituir a Agramunt en la delegación española ante la Asamblea del Consejo de Europa. Estos tres grupos suman mayoría en el órgano de gobierno de la Cámara Baja, pero existen serias dudas de que lo que proponen pueda llevarse a la práctica.
Dado que los meses de julio y agosto son inhábiles a efectos parlamentarios, el estudio de esta petición se puede demorar hasta el mes de septiembre. Una vez vista, la Mesa no tendría por qué tomar una decisión definitiva, sino optar por pedir antes un informe jurídico, lo que podría retrasar aún más su resolución.
El 9 de octubre, si prospera la moción de confianza en la Asamblea del Consejo de Europa, Agramunt dejaría automáticamente de presidir ese organismo. Para forzar su salida, ha sido necesario reformar el reglamento de esa cámara, puesto que el senador --que se considera víctima de una operación orquestada desde los sectores más anti rusos de la Asamblea-- se niega a dejar su puesto.
Hasta esa votación, Agramunt dejará de presidir las reuniones de la Asamblea, una de las pocas competencias que mantenía, puesto que ya le habían prohibido viajar o recibir visitas en calidad de presidente de la Asamblea.
EL GOBIERNO, DE PERFIL
En el propio Grupo Socialista, uno de los proponentes de la iniciativa, son conscientes de las limitaciones de la iniciativa presentada, pero subrayan que la petición busca sobre todo enviar el mensaje político de que Agramunt no tiene el respaldo de las Cortes españolas, sobre todo cuando el Gobierno español "se ha puesto de perfil" en este asunto.
La Presidencia del Congreso tampoco se siente directamente concernida por la cuestión, puesto que Agramunt, en primer lugar, es senador y en la Cámara Baja no existen mecanismos para remover a los diputados de sus puestos o reprobarles, puesto que el Congreso a quien controla es al Gobierno.