BARCELONA 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Unos 70 ayuntamientos catalanes han logrado duplicar el índice de reciclaje en sus municipios recuperando el tradicional método de recogida de basura puerta a puerta. De este modo han llegado a reutilizar en torno al 75 por ciento del total de basura generada, frente al 33,69 por ciento que se alcanzó de media en 2007 en el total de Catalunya.
En una entrevista con Europa Press, el presidente de la Asociación de Municipios Catalanes para la Recogida Selectiva Puerta a Puerta y alcalde de Riudecanyes (Tarragona), Josep Maria Tost, explicó que en su localidad la puesta en marcha de esta iniciativa, ocho años atrás, se ha revelado como un mecanismo ideal para valorizar los residuos y ahorrar dinero a las arcas municipales.
De los 70 municipios catalanes que recogen su basura de este modo --los vecinos separan los desechos en casa y sacan la basura a la calle a la hora fijada en función de lo que los servicios de limpieza recojan cada día--, 44 tienen menos de 5.000 habitantes.
Pero la medida, si bien sería aplicable "de inmediato" a la totalidad de pueblos con menos de 5.000 habitantes, según Tost, también se desarrolla en municipios mayores de la provincia de Barcelona como Canet de Mar --con más de 14.000 habitantes--, Argentona --más de 11.000--, Tiana y Tona --alrededor de 7.000--.
De hecho, Tost opinó que este tipo de recogida de basura sería factible también en poblaciones grandes, ya que únicamente implica un "cambio de hábitos" y experiencias similares desarrolladas en ciudades como Oviedo, Berlín y Turín así lo avalan.
Entre 1998 y 2006 los catalanes pasaron de generar 1,36 kilogramos de basura al día a producir 1,64, unas cantidades que tienden a la estabilización, según datos de la Agencia Catalana de Residuos. Aún así, cada vez son más las voces como la de Tost, que claman por un vuelco de una situación que consideran "insostenible y perversa".
Más allá de la motivación ecológica, el sistema también se puede justificar desde un punto de vista económico, ya que cada tonelada de basura que se lleva al vertedero tiene un coste, en función del municipio, de entre 60 y 90 euros, más los canones alrededor de 10 euros que ha fijado la Unión Europea en caso de que el municipio no recicle. En cualquier caso, separar los residuos tiene un coste menor.
UN SISTEMA SENCILLO
El caso de Riudecanyes ejemplifica un sistema "sencillo" y "con mucho futuro", según su alcalde. En este municipio de Tarragona, que no llega a los 1.000 habitantes, los vecinos saben que a partir de las 22.00 horas tres días a la semana fijados previamente se recoge la materia orgánica, otro día el papel y el cartón, otro día los envases de plástico y el aluminio, otro el cristal, y un último la "fracción resto" que incluye material inclasificable como colillas, polvo y pañales.
De este modo, Riudecanyes pasó de reciclar un 14 por ciento de basura la última semana de implantación del antiguo sistema a reciclar el 75 por ciento al comienzo del nuevo método, lo que evidencia el éxito de la iniciativa.