MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los simpatizantes del PSOE y algunos militantes que desde este miércoles se están acercando a la sede del partido en la calle Ferraz lo hacen para mostrar su apoyo al secretario general, Pedro Sánchez, y su rechazo a la operación que algunos barones autonómicos han impulsado para hacer caer al líder.
Este mismo viernes, un jubilado ha aprovechado la gran expectación mediática que hay alrededor de la sede del PSOE para 'plantar' una cartel de respaldo a Sánchez y en el que se podía leer: "Pedro. No a los barones. Son unos mamones", una imagen que han captado todas las cámaras de televisión y los periodistas que se encuentran a las puertas de Ferraz.
PEDRO, AGUANTA
Aunque con menos 'público' que este jueves, la sede nacional de los socialistas sigue reuniendo a diversos curiosos que no quieren perder ninguno de los movimientos que se den en el PSOE, y no son pocas las veces que protagonizan charlas sobre los hechos que están sucediendo en el PSOE desde que el pasado miércoles la mayoría de la Comisión Ejecutiva Federal decidiera dimitir para tratar de descabezar el partido.
Pero, además de esta improvisadas tertulias, los vehículos que pasan frente a Ferraz, una de las calles más transitadas de la capital, suelen mostrar su apoyo a Sánchez gritando frases como 'Pedro, resiste' o 'Aguanta, Pedro'.
ALGUNOS VEN SÓLO NEGOCIO
Pese a que la situación del PSOE suscita mucho interés entre los ciudadanos que transitan por Ferraz, también hay quien aprovecha esta crisis para ensalzar al partido de Mariano Rajoy. En un piso situado frente a la sede del partido se ha escuchado en varias ocasiones el himno del PP y desde algún que otro coche que también pasa por delante del cuartel socialista se han escuchado gritos de apoyo a los 'populares'.
A este ambiente se une que una inmobiliaria cercana a la sede del partido ha visto que la atención mediática que está levantando la crisis interna en el PSOE era una buena oportunidad para hacer publicidad de su negocio. De hecho, ha repartido por segundo día consecutivo bocadillos y bebida entre los periodistas con el fin de captar su atención y, por ende, encontrar un 'hueco' en los medios.