Amenazan con intensificar las protestas en otoño si la Administración no accede a negociar
MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos CSIF, UGT y CCOO han convocado a partir del próximo lunes y hasta el 25 de junio concentraciones semanales frente a las representaciones y centros de trabajo de España en el exterior del personal laboral en protesta por sus "precarias condiciones laborales".
La idea, según ha indicado CSIF en un comunicado, es que el personal laboral del Servicio Exterior se concentre vestido de negro frente a las dependencias españolas todos los lunes hasta el 25 de julio en lo que han bautizado como 'Lunes negros en el Servicio Exterior'.
Según advierten los sindicatos, estas concentraciones serán "el pistoletazo de salida de las protestas que se intensificarán en otoño si la Administración no accede a negociar".
En este sentido, los sindicatos exigen a la Subsecretaría del Ministerio de Asuntos Exteriores, bajo la que recaen las cuestiones de personal, la convocatoria inmediata del Comité Único PLEX (personal laboral en el exterior), órgano de interlocución entre este colectivo y la Administración, que hasta la fecha no se ha reunido pese al mandato legal.
De incumplirse esta solicitud, advierten de que procederán "de manera inmediata" a presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo "por la obstaculización del funcionamiento del Comité PLEX y el bloqueo de
la negociación colectiva, sin perjuicio de la posible interposición de otras acciones legales que pudieran corresponder".
El personal laboral en el exterior ha venido aumentando la presión sobre el Ministerio de Exteriores en particular y sobre la Administración en general en los últimos meses. Los trabajadores en Reino Unido llevaron a cabo una huelga durante varias semanas a partir de mediados de marzo, mientras que en otros países como Países Bajos, Alemania o Bélgica también ha habido paros y protestas.
En otros países, como Australia, Finlandia, Suecia, Noruega o Italia el personal laboral también se ha sumado a las denuncias de la situación en la que trabajan, principalmente el hecho de que sus salarios están congelados desde 2008 y su pérdida de poder adquisitivo en estos años por la inflación en los países en los que trabajan, y han advertido de que podrían sumarse a las movilizaciones.
A finales de abril, Albares mantuvo un encuentro con los sindicatos a los que planteó una subida salarial de entre el 8 y el 10% empezando por ocho países, entre ellos Reino Unido y se comprometió a intentar resolver cuanto antes la situación, pero esto aún no ha ocurrido, de ahí el malestar manifestado por el personal en distintos países.
El pasado 9 de mayo, el ministro reiteró que hará lo que esté en su "mano" para intentar resolver la situación pero también les pidió "paciencia" puesto que se trata de un tema que no compete solo a Exteriores sino que Hacienda tiene la última palabra.