BILBAO, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
SOS Racismo acusó al Ayuntamiento de Bilbao de "alimentar el prejuicio xenófobo que liga inmigración y delincuencia" por la información facilitada este jueves sobre la delincuencia en la capital vizcaína durante el pasado año.
En un comunicado, se refirió, de esta manera, a los datos de delincuencia de 2009 en Bilbao dados a conocer por el Área de Seguridad Ciudadana. En concreto, el Consistorio destacó que los delitos crecieron un 15 por ciento en Bilbao en 2009 y que el 64 por ciento de los detenidos eran extranjeros, con un "incremento progresivo" respecto a hace tres años, cuando suponían el 53 por ciento.
SOS Racismo señaló que los datos de detenciones no revelan un mayor índice de delincuencia de los inmigrantes sino "la mayor presión policial" que sufren los extranjeros.
Asimismo, acusó al Ayuntamiento de "desatender" la recomendación del Ararteko de no revelar datos de procedencia y alimentar el "prejuicio xenófobo que liga inmigración y delincuencia"
SOS Racismo indicó que el Ayuntamiento de Bilbao, por segundo año, ha destacado dentro del balance sobre seguridad ciudadana, el incremento de personas extranjeras entre las detenidas en 2009. Al respecto, precisó que los datos ofrecidos son de detenciones y no de condenas, por lo que "no son en absoluto fiables para determinar si las personas inmigradas delinquen más".
"Lo que muestra el aumento de detenciones es el incremento de la presión policial que sufren las personas inmigradas, prejuzgadas como sospechosas e identificadas a menudo más en base a criterios raciales que a indicios reales. Recordemos el caso de Kadero, el joven de origen argelino que murió ahogado cuando huía de la policía, perseguido por un delito que no había cometido", señaló.
SOS Racismo indicó que no les extraña que exista una "sobrerrepresentación" de inmigrantes entre las personas detenidas, dada "la mayor presencia policial que existe en los barrios con mayor porcentaje de población extranjera".
Según manifestó, en esos barrios, las personas inmigrantes son vigiladas e interceptadas "cada dos por tres por la policía" y, por lo tanto, "a las personas inmigrantes se las identifica más a menudo, se las detiene más y por más tiempo".
SOS Racismo calificó de "absolutamente irresponsable" la actitud del Ayuntamiento de Bilbao "destacando este dato y no otro" y recordó que el Ararteko recomendó ya en 2004 no facilitar a los medios de comunicación la procedencia de las personas detenidas para no alimentar la xenofobia.
Según indicó la citada asociación, la Policía Municipal de Bilbao "desobedece sistemáticamente" dicha recomendación, y los responsables políticos insisten en sus intervenciones "en vincular inmigración y delincuencia".
"¿Por qué no se destacan otros datos mucho más aplastantes, como que el 90 por ciento de las personas detenidas suelen ser hombres?,
¿Por qué de los datos desglosados por género no se extraen conclusiones que asocien la delincuencia al modelo tradicional de masculinidad? En cambio, proporcionar el dato de la procedencia sí que desencadena conclusiones y reacciones en clave xenófoba", añadió.
SOS Racismo manifestó que, si el Ayuntamiento se mantiene en "su empeño" de desglosar por procedencia los detenidos, "tal vez convendría que explicara también qué delitos se imputan a las personas que detienen".
En este sentido, precisó que han recibido repetidamente quejas de personas inmigradas que han sido detenidas acusadas de delitos o faltas contra el orden público, porque preguntaron el motivo de su identificación o protestaron por la arbitrariedad de la misma. Además, manifestó que es también "conocido" el acoso policial constante que sufren los vendedores de top-manta, debido a la tipificación de esa actividad como delito contra la propiedad intelectual.
"Denunciamos que el Ayuntamiento de Bilbao contribuya a reforzar uno de los prejuicios más peligrosos que sufre la población inmigrante, el que la vincula a la delincuencia. Criminalizar a una parte de la población bilbaína es una irresponsabilidad política que, lejos de prevenir la delincuencia, no hará más que aumentar la desconfianza y minar la cohesión social", concluyó.