Sumar impulsa una ley en el Congreso para terminar con las infiltraciones policiales en movimientos sociales

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Archivo - La portavoz adjunta primera de Sumar y portavoz de En Comú Podem, Aina Vidal, y el secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, en el Congreso de los Diputados, a 28 de febrero de 2024, en Madrid (España). - Eduardo Parra - Europa Press - Archivo
Actualizado: martes, 18 marzo 2025 13:22

Pisarello llama al PSOE a dar su apoyo y cree que Marlaska debería alegrarse de que se limite la figura del agente encubierto

MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Sumar ha registrado una proposición de ley en el Congreso para acabar con el "abuso" de las infiltraciones policiales en colectivos sociales y limitar su uso a delitos como terrorismo, narcotráfico o trata de blancas.

Específicamente, el socio minoritario del Ejecutivo solicita la modificación de la Ley de Enjuiciamiento criminal con un único artículo, para estipular que la infiltración policial quedará prohibida cuando los agentes oculten su identidad a realizar acciones "prospectivas" o descubrimiento de presuntos delitos, limitando su autorización ante evidencias de delitos graves.

Así lo ha explicado en rueda de prensa el diputado del grupo plurinacional y coportavoz de los Comunes, Gerardo Pisarello, quien ha justificado la iniciativa a raíz de los casos conocidos en los últimos meses de la extensión de los agentes encubiertos, en principio no autorizados por la autoridad judicial, dentro de colectivos sociales.

De esta forma, ha afirmado que todos los casos publicados en medios de infiltración en colectivos sociales revelan un "patrón de abuso", no solo en la etapa del PP en el Gobierno sino también en el Ministerio del Interior dirigido por Fernando Grande Marlaska. Una práctica, ha remachado, que supone una vulneración del derecho a la intimidad y al de reunión y manifestación.

Por todo ello, ha señalado que es necesario limitar el empleo de los policías encubiertos a la lucha meramente delincuencial, como es la actuación contra el crimen organizado o el terrorismo, y exigir un autocontrol acorde con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

MARLASKA DEBERÍA ALEGRARSE DE SU INICIATIVA

Respecto a si han contactado con el PSOE para sondear su posición ante esta proposición de ley, Pisarello ha explicado que su socio de Gobierno ya conoce su posición y sabe que el uso de policías infiltrados les preocupa, ya sea cuando se dio contra el independentismo cuando el PP dirigía el Ministerio del Interior como la persistencia de esta práctica cuando Marlaska ya era ministro. En consecuencia, solo esperan que el PSOE se sume a su propuesta apoyándola con su voto.

"Creemos que sería bueno que cualquier Ministerio del Interior. Por lo tanto me parece que el propio Ministerio a cargo de Marlaska debería agradecer que se puedan aprobar este tipo de iniciativas porque imponen una autorrestricción sobre los poderes públicos que es básica para que se protejan determinadas libertades y derechos", ha enfatizado.

También ha mostrado su confianza en que su iniciativa va a contar con el respaldo de aliados parlamentarios del bloque de investidura, que comparten la conveniencia de limitar el uso de agentes encubiertos solo para el caso de delitos de gravedad.

ACABAR CON LA INSEGURIDAD JURÍDICA

En el texto de la iniciativa, al que ha tenido acceso Europa Press, Sumar especifica que la figura del agente encubierto es fundamental para desmantelar redes criminales, pero es "imprescindible que esta labor se realice bajo estrictos controles para garantizar que no se vulneren los derechos de las personas investigadas".

"Estas infiltraciones han demostrado ser clave en la lucha contra delitos como el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas, permitiendo desmantelar organizaciones criminales desde dentro. No obstante, esta figura no se ha limitado exclusivamente a entornos delictivos (...) sino que también se ha empleado en movimientos sociales y grupos activistas", ahonda.

El grupo plurinacional critica que estas infiltraciones ha generado polémicas y la necesidad de aplicar límites y que la indefinición actual del concepto entre agentes encubiertos y policías infiltrados provoca "inseguridad jurídica".

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