El secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, a su llegada a una reunión de la Mesa del Congreso de los Diputados, a 14 de noviembre de 2023, en Madrid (España). - Eduardo Parra - Europa Press
MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario segundo del Congreso y diputado de En Común Podem, Gerardo Pisarello, considera una "barbaridad" que la Cámara Baja vaya a debatir una iniciativa de Vox para ilegalizar partidos separatistas como ERC, Junts y Bildu, entre otros.
En concreto, los de Santiago Abascal registraron una proposición de ley para que ilegalizar a todos aquellos partidos políticos que
en sus estatutos, programas o declaraciones tengan por fines declarados "quebrar la unidad de España y el orden constitucional que en ella se fundamenta, o perseguir la separación de una parte del territorio nacional, o cuando su actividad tienda a los fines
mencionados".
Una iniciativa que ha sido calificada por unanimidad en la reunión de este martes del órgano rector del Congreso, pues contaba con el aval de los letrados de la Cámara, pero que Pisarello ha criticado a la salida al considerar que el texto presenta "indicios de "inconstitucionalidad" en tanto que la Carta Magna "no prevé que se puedan ilegalizar partidos por sus ideas, aunque sean ideas independentistas".
"No se pueden ilegalizar a los partidos políticos simplemente por tener ideas que vayan contra la noción de la unidad de España que defiende Vox --ha manifestado--. Esto nos parece una barbaridad desde el punto de vista democrático y jurídico".
Sin embargo, el representante de Sumar ha explicado que su partido ha decidido aceptar el debate de la misma "porque los letrados lo proponían así" pero también por "priorizar el derecho de los parlamentarios a poder discutirla". En todo caso, confía en que la proposición se rechace cuando eventualmente llegue al Pleno porque, de lo contrario, ya avanza que Sumar presentará un recurso de inconstitucionalidad.
En enero de 2020, Vox presentó la misma propuesta, que pasó el primer filtro de la Mesa como esta vez y que se sometió a debate del Pleno en septiembre de ese mismo año. En la votación, los de Santiago Abascal se quedaron solos defendiendo la ilegalización.