PUERTO REAL (CADIZ), 27 Sep. (EUROPA PRESS) - La presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha asegurado este martes, al ser preguntada si está dispuesta a liderar el PSOE, que estará donde la pongan sus compañeros, "en la cabeza o en la cola". Asimismo ha reiterado su rechazo a un congreso express, asegurando que primero es España y después los asuntos orgánicos y ha criticado que la dirección de su partido acuse a compañeros de ser "subalternos del PP" porque "ningún compañero lo es, y menos el PSOE-A". Así lo ha dicho la dirigente andaluza en declaraciones a los periodistas en Puerto Real (Cádiz), desde donde ha rechazado la decisión del actual secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de convocar unas primarias para el 23 de octubre y un congreso posterior, y desde donde ha apuntado que "alguna responsabilidad tiene que tener la dirección" en la pérdida de elecciones. "No me parece de recibo culpar a aquellos que ganamos elecciones", ha señalado la presidenta. Díaz ha dicho no querer entrar en "maniobras de distracción", pero ha advertido de que "el PSOE tiene un problema", que pasa por "concatenar derrotas electorales", las últimas en Galicia y Euskadi, mientras que el PP y Podemos "nos están ganando en muchos sitios". A su juicio, la "salida" a la situación "no es acusar a unos compañeros de ser subalternos del PP" porque "ningún compañero lo es y mucho menos el PSOE-A", que, según sus palabras, está "en primera línea de batalla con el PP" y que "ha recibido ataques inimaginables" de los 'populares'. "Aquí, quien es subalterno del PSOE es el PP porque está en la oposición porque hemos ganado las elecciones, que es lo que debería pasar en toda España", ha dicho Díaz en un mensaje claramente dirigido a la dirección del partido. "Deberíamos plantearnos por qué no es así, por qué el PSOE no está ganando en España", ha ahondado. Así las cosas, ha reflexionado sobre que, en una situación "mala y difícil" como la actual, "alguna responsabilidad tiene que tener la dirección" y ha añadido que no es "de recibo" culpar a quienes ganan elecciones. La secretaria general del PSOE-A ha recalcado que ella no entiende que se "cambie unilateralmente de criterio" en cuanto a la celebración del congreso --fijado por el Comité Federal para cuando haya Gobierno central-- y ha aseverado que piensa "lo mismo" que lo que el partido decidió en enero y en abril, "primero España y luego el PSOE y el debate orgánico". "Ahora toca España, los ciudadanos no entenderían que estuviéramos en un debate interno, en un congreso aprisa y corriendo cuando el país sufre la mayor inestabilidad que se conoce en la democracia, la gente nos mirará perplejos", ha incidido. Dicho eso, se ha referido a sus posibles aspiraciones a la Secretaría General socialista y ha recalcado que ella aceptará estar "siempre" donde le pongan los compañeros, "en la cabeza o en la cola". Así, ha continuado recordando que ella sí aceptará "lo que digan los compañeros en los órganos de partido" y que hará suyas esas propuestas, en alusión a la decisión de Sánchez de proponer la celebración del congreso para diciembre pese a lo acordado por el Comité Federal. Díaz ha proseguido su declaración advirtiendo de que "cada uno sabrá cómo se comporta dentro de la organización" y ha subrayado que "la responsabilidad de quien está al frente del partido" y su "mayor obligación" es "mantenerlo unido, cohesionado y no poner dilemas falsos que tienen dan a enfrentar y dividir a los compañeros". Para la presidenta andaluza, el objetivo tiene que ser ése, además de "hacer del PSOE un partido ganador". Díaz ha recalcado que aceptará el puesto en el que el pongan los compañeros y en el que éstos crean que ella puede ser "útil", pero ha añadido que lo que "siempre" buscará es "un PSOE unido, cohesionado, ganador y que pare injerencias de algunos otros". Precisamente sobre esas supuestas "injerencias" se ha referido a la situación vivida este lunes en la que Podemos dio por rotos sus apoyos a los gobiernos socialistas de Castilla La Mancha y Extremadura y que ha calificado de "muy grave" y ha dicho haber echado de menos una voz de la dirección del PSOE que se "levantara" contra tal afrenta. La presidenta andaluza ha censurado así el intento de la formación morada de "desestabilizar y chantajear" a los dos gobiernos autonómicos "utilizando como rehenes a los ciudadanos de Extremadura y Castilla La Mancha" con el objetivo último de "entremeterse en los asuntos del PSOE". "No me parece aceptable", ha advertido la socialista andaluza, que tampoco ha aprobado que ninguna "voz" de la dirección del PSOE "se levantara y dijera que en cuestiones del PSOE nadie de otro partido se entremete". "No se puede chantajear a un Gobierno, usar de rehenes a los ciudadanos para influir en las decisiones libres del PSOE; eso me lleva a pensar que no estamos en el camino correcto y que el partido tiene que reflexionar sobre sí mismo, pero antes, sobre España", ha concluido.