Un cambio de juez de última hora obliga al juzgado a revisar de nuevo la causa
MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La declaración prevista para este viernes de Julio Pacheco, el hombre que presentó a principios de año una querella en los juzgados madrileños por las torturas que sufrió tras ser detenido en 1975 por miembros de la Brigada Político-Social --el comisario José Manuel Villarejo era supuestamente uno de ellos--, finalmente no se ha celebrado dado que se ha asignado a un nuevo juez para instruir la causa.
Así lo ha confirmado a los medios su abogado, Jacinto Lara, a la salida de los juzgados, quien ha señalado que este cambio de última hora es "una música que suena mal" porque puede ser "la aplicación directa de las políticas de impunidad del Estado español en relación a la falta de investigación de crímenes franquistas".
Tal y como ha señalado, este viernes era la fecha programada para su declaración por la denuncia de torturas en un contexto de crímenes contra la Humanidad, pero al llegar a la sala les ha sorprendido la suspensión ya que no recibieron notificación a tiempo.
Según ha explicado el abogado, la respuesta que han obtenido es que hay un nuevo juez en el caso, el de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid y por tanto ahora "pretende reexaminar la causa porque considera que tiene muchas aristas jurídicas".
Lara ha indicado que el nuevo juez les ha recibido y les ha dado unas explicaciones "peregrinas e improcedentes", y ha lamentado que el denunciante haya tenido que acudir a los juzgados con "falsas expectativas": "Es falta de consideración de la Justicia para el querellante".
Tras esto, ha incidido en que les "suena mal" este cambio de última hora, el traspaso de la causa de un juez a otro se acordó hace 10 días y el grueso de la instrucción le llegó al nuevo ayer mismo, y ha calificado de intolerable ese movimiento de última hora.
Con todo, ha señalado que esperarán a una nueva resolución del juez de refuerzo y ha advertido de que si no continua adelante con la causa interpondrán los recursos oportunos para revertir tal decisión.
LA ADMISIÓN DE MAYO
Fue en mayo de este año cuando se conoció que un juzgado madrileño había admitido a trámite esa querella formulada por un represaliado del franquismo contra los cuatro miembros de la Brigada Política Social a los que acusa de torturarle en agosto de 1975.
Según la nota de prensa de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), recogida por Europa Press, ésta era una de las cuatro querellas que se anunciaron en febrero de 2023 contra una treintena de agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado por delitos que van desde la lesa humanidad al asesinato y la tortura de represaliados por la dictadura franquista.
En este caso, la querella presentada por Julio Pacheco fue admitida por el Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid, cuya titular es la magistrada Ana María Iguácel, con fecha 12 de mayo de 2023. Y en el auto de admisión ya acordaba tomar declaración tanto al querellante como a una testigo, Rosa María García Alcón.
La magistrada acordó además oficiar al Archivo Histórico Nacional para que enviara al juzgado los antecedentes documentales del caso denunciado y a la Dirección General de la Policía para que remitiera el expediente policial completo del denunciante y los datos de filiación de los cuatro policías denunciados: Álvaro Valdemoro, José Luis Montero Muñoz, José María González Reglero y José Manuel Villarejo.
CEAQUA indicó que esta resolución suponía "la primera admisión a trámite de una querella criminal en la que se denuncian crímenes franquistas y en la que se acuerda la práctica de pruebas de importante calado, entre otras, la declaración del propio querellante".
"Nos encontramos ante una resolución excepcional, muy positiva, que esperamos se consolide, que adquiera firmeza y que el criterio expresado por el Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid pueda sea aplicado igualmente por otros juzgados y tribunales españoles", añadían entonces.
EL CASO DE PACHECO
Según explicaron en rueda de prensa representantes de CEAQUA en febrero, en la querella de Julio Pacheco se recogen las torturas sufridas en la Dirección General de Seguridad, en la Brigada Político-Social, situada en la Puerta del Sol, en agosto de 1975.
Pacheco, en su testimonio reflejado en la querella recuerda que le detuvieron en su piso de Lavapiés cuando tenía 19 años, militaba en el PCE y era miembro del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP).
Su detención, explicaba, se debió a un atentado que se había producido días antes contra un teniente. Él fue conducido a dependencias policiales donde permaneció siete días en los que, denuncia, sufrió torturas durante el interrogatorio. "Querían que me autoinculpara y que dijera que había estado en el comando, me acusaron de terrorismo y luego en noviembre me pasaron al Tribunal de Orden Público", indicaba.