ZARAGOZA 9 May. (EUROPA PRESS) -
El teniente general del Ejército de Tierra, Francisco Gan Pampols, ha afirmado este lunes que "no hay una decidida voluntad" de crear un Ejército común de la UE por la negativa de los Estados a ceder soberanía. Ha impartido una conferencia titulada 'Presente y futuro de la seguridad en Europa' en el acto organizado por el Gobierno de Aragón para celebrar el Día de Europa, este 9 de mayo.
Ha considerado que la UE necesita "un ejército capaz de disuadir y de dar una respuesta proporcionada y contundente ante una amenaza", lo que no se consigue "ni con voluntarismo ni con la mera creación de unidades", sino que requiere "el mando y control absoluto, una única voluntad de vencer y interés único del conjunto de la UE" y, al carecer de "voluntad", debe acudir a "quien sí puede: la OTAN".
Gan ha explicado que en 1953 "hubo un tímido intento" de crear una Comunidad Europea de Defensa que "acabó malogrado" por la negativa de Francia a ratificar su ingreso, en una época en la que "Europa miraba más allá del Atlántico" y 30 países componían "la más formidable alianza defensiva", la OTAN.
El teniente general ha señalado que la política exterior de seguridad común de la UE se basa en la diplomacia y en el respeto a las normas internacionales, también en el comercio, la ayuda humanitaria y la cooperación al desarrollo, con el objetivo de "mantener la paz, consolidar la democracia y el Estado de Derecho, y el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales".
Por otra parte, Gan ha considerado improbable que la guerra de Ucrania se pueda extender, aunque puede ocurrir "si se hacen las cosas mal o muy mal", y ha dejado claro que "no estamos ante una III Guerra Mundial".
También ha dicho que "el futuro de la seguridad de la UE pasa por incrementar el nivel de compromiso de cada país, haciendo que la ciudadanía europea sea consciente de que es caro, complejo y arriesgado".
Gan ha aseverado que Europa no es "el ombligo del mundo" y que en el siglo XX la violencia ha jugado "un papel importante", en alusión a la I y II Guerras Mundiales, la revolución bolchevique y los totalitarismos.
En el siglo XX "ideólogos y políticos intentaron crear mecanismos a través de instituciones para dirimir la controversia por medios pacíficos", mencionando la Sociedad de Naciones y la ONU.
Tras la II Guerra Mundial el mundo se dividió en "bloques antagónicos" y comenzó la "guerra fría", incorporándose los países europeos a la OTAN, unos, y al Pacto de Varsovia, otros, de forma que "Europa fue un territorio militarizado, nuclearizado y bajo la amenaza de reproducir un conflicto que podía tener tintes apocalípticos", y en los años 50 se producen los primeros acuerdos que desembocarían en la creación de la UE.