LA LÍNEA DE LA CONCEPCIÓN (CÁDIZ), 5 (EUROPA PRESS)
El portavoz de la Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg), Juan José Ponce, ha instado este jueves al Ejecutivo de Mariano Rajoy a "no olvidar" la situación que viven los trabajadores españoles en la colonia, instando al Gobierno a "acabar con la marginación" que dicen sufrir "todos los españoles que trabajan en Gibraltar" a la hora de jubilarse.
Desde este colectivo entienden que tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía deben de crear en La Línea de la Concepción (Cádiz) la infraestructura necesaria que genere suficiente empleo "como para que no tengamos que depender ni de Gibraltar, ni de la caridad, dada la situación de miseria que vive La Línea para vergüenza de España y Europa"; según ha expresado a Europa Press su portavoz, Juan José Uceda.
Así, ha criticado el "exagerado patriotismo" del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quién a su entender, "da muestras de mucho rencor, desprecio y rabia al no reconocer siquiera la consanguineidad de las personas del Campo de Gibraltar y Gibraltar, donde los lazos familiares y de amistad están muy intercalados".
Consideran desde la asociación que Margallo está llevando el asunto "demasiado lejos", mientras los trabajadores que trabajan en Gibraltar, comerciantes, familiares y demás personas que cruzan la frontera "y necesitan hacerlo para continuar con sus vidas", están sufriendo "las graves consecuencias de una política de Estado dictatorial,
difusa, sin razón ni sentido alguno y que en lugar de hacer que prosperemos todos, nos hunde más a La Línea en nuestra miseria crónica".
Así las cosas, han reclamado a Rajoy que "cambie esta política negativa y destructiva" y busquen las vías de diálogo que son, a juicio de Ascteg, "las únicas que encajan en la época 2013 que vivimos".
"Por favor presidente, que nuestro Gobierno luche por la soberanía, las aguas, mar, aire y el trozo que nos arrebataron, en los foros establecidos para ello, jurídicamente y no a base de políticas baratas, de engaños y viejo odio" porque, según inciden, estas políticas "sólo nos pueden acarrear volver al año 69", cuando el Gobierno franquista cerró la frontera.