MADRID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
De ponerse la boina OTAN por primera vez en los Balcanes al nivel "muy alto" que demuestran hoy los soldados españoles en Letonia, pasando por algunas de sus experiencias más duras en Irak o Afganistán. Así recuerdan los militares los treinta años en los que las Fuerzas Armadas llevan participando en misiones internacionales bajo bandera de la Alianza Atlántica.
España se incorporó a la OTAN en 1982, pero no fue hasta una década después, en los años 90, cuando participó en sus primeras operaciones en los Balcanes. Desde entonces han sido un total de 22 misiones aliadas en las que han participado 125.000 militares y perdido la vida 119, incluidos dos intérpretes.
La primera misión OTAN en la que participó España fue la 'Standing Naval Forces', en 1992, una fuerza naval permanente creada en 1968 como respuesta a la amenaza soviética durante la Guerra Fría y que ha ido evolucionando hasta las cuatro agrupaciones multinacionales navales que existen en la actualidad. Y en las que España sigue participando, con especial relevancia a las desplegadas en el Mediterráneo y el Mar Negro actualmente en plena guerra de Rusia con Ucrania.
Después ya dieron comienzo diferentes misiones relacionadas con la guerra de la antigua Yugoslavia, empezando por la 'Sharp Guard' de bloqueo marítimo en el mar Adriático para dar cumplimiento a las sanciones económicas y el embargo de armas impuesto por la ONU. "Recuerdo de manera especial la vuelta a bordo, cuando regresaban de visitar barcos con carga de corderos u otros animales vivos..., su olor..., ¡parecían volver de galeras!", relata el teniente de navío Rodríguez Fariñas, jefe de Operaciones de la fragata 'Cataluña', en un libro editado por el Ministerio de Defensa.
Después el bloque aéreo llegó con 'Deny Flight', mientras que con 'Deliberate Force' y 'Allied Force' llegaron los bombardeos de la OTAN contra la Republica Federal de Yugoslavia. España participó con cazabombarderos que realizaron más de doscientas salidas en los 79 días de acción.
También hubo una acción humanitaria en Kosovo y miembros del Ejército del Tierra se quitaron la boina azul de la ONU para pasar a formar parte de la misión 'Implementation force' de la Alianza. De esas primeras misiones formó parte el que hoy es director general de Política de Defensa, el teniente general Fernando López del Pozo.
"El cambio entre que nuestros soldados llevaran la boina azul y se pusieran la suya, estar bajo bandera ONU y que les hicieran un caso entre poco y muy poco, y entrar en la OTAN y les hicieran un caso entre mucho y muchísimo, fue radical. Eso es porque la OTAN llevaba su prestiguo por delante y capacidad de disuadir", recuerda en conversación con Europa Press.
Una segunda fase para las Fuerzas Armadas llegó tras el atentado contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001. Estados Unidos invocó después el artículo 5 del Tratado de Washington por el que un ataque contra un país aliado se considera un ataque contra todos.
Eso dio pie a la misión ISAF en Afganistán, liderada por la OTAN desde 2003 y a la que España contribuyó con más de 27.000 militares. "Al principio dormíamos en tiendas de campaña junto a la torre de control y la pista de aterrizaje del aeropuerto de Herat", rememoró en una conversación con Europa Press el piloto de helicópteros del Ejército del Aire Joaquín Aguirre, uno de los primeros militares españoles en llegar al país.
La misión finalizó hace justo un año cuando las fuerzas internacionales tuvieron que abandonar precipitadamente el país tras la toma de la capital, Kabul, por parte de los talibán. Uno de los miembros del equipo de Operaciones Especiales que formó parte del operativo español de evacuación relató a Europa Press la difícil experiencia.
"En cuestión de poco tiempo pasamos de estar junto a nuestras familias, en la comodidad de nuestro hogar, a estar sacando niños semidesnudos de un canal de aguas fecales", rememoraba después de haber estado años recorriendo "palmo a palmo" el suelo afgano sin imaginar nunca que todo acabaría así. Fueron más de 2.000 los refugiados afganos que lograron ser evacuados a España, pero los militares reconocen que no pueden olvidar a los que quedaron allí.
Ahora, las misiones de la Alianza Atlántica están centradas en el flanco este, en operaciones de disuasión en la frontera con Rusia que han cobrado especial relevancia desde que se revivió la tensión con el Gobierno de Vladimir Putin y más aún tras el inicio de la invasión de Ucrania.
España participa desde hace años en misiones de vigilancia del espacio aéreo del báltico, cuyos países no cuentan con Fuerza Aérea y los aliados rotan para desplegar allí cazas de combate que comprueben que aeronaves rusas no entran en su territorio sin cumplir con las normas internacionales.
NIVEL OTAN
Pero además España cuenta con un amplio despliegue en Letonia que ha ido incrementando durante los últimos meses hasta llegar a los 590 efectivos que están allí en la actualidad. Se trata de un despliegue enmarcado en un batallón multinacional que se ha reforzado con la llegada de un escudo de misiles este mismo mes.
El comandante del Ejército de Tierra Francisco Romero estuvo en Letonia entre julio de 2021 y enero de este año. Era su primera vez en la frontera con Rusia, pero su octava misión internacional desde que ingresó en el Ejército de Tierra. En el país báltico ejerció de segundo jefe del 'Battle Group' en el que está integrado España, como mano derecha del jefe de batallón, canadiense.
Romero ha explicado a Europa Press que los Ejércitos de los países occidentales ya son prácticamente asimilables, aunque en misiones internacionales como la de Letonia se hace un esfuerzo especial por garantizar la interoperabilidad de sus sistemas y procedimientos. Este trabajo conjunto es la mayor diferencia que encuentra respecto a sus primeras misiones en Bosnia y Kosovo.
Además, asegura que, después de más de 30 años de operaciones internacionales, las Fuerzas Armadas españolas están "muy capacitadas" para asumir este tipo de misiones, con un nivel incluso superior al de otros países aliados.
ROBLES: ALIANZA POR LA PAZ
España también está presente de la mano de la Alianza en Turquía con una batería antimisiles y en Irak, donde su función es la instrucción de las fuerzas de seguridad locales para intentar garantizar la seguridad en el país.
Con motivo del 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ensalzó la experiencia que ha supuesto para España. "La Alianza Atlántica es una alianza con unos objetivos clarísimos, trabajar por la paz, la libertad y la seguridad", subrayó alabando la labor de los militares españoles.
También el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón, explicó que la adhesión a la OTAN ha supuesto para las Fuerzas Armadas españolas "un gran avance" en interoperabilidad técnica y táctica, acceso a la doctrina y participación combinada con otros países en ejercicios y operaciones reales, definió como "un bien de incalculable valor" que ha transformado a las Fuerzas Armadas españolas al ritmo que demandaban los tiempos.