El fiscalizador cuestiona la app utilizada por el ICO, que generó errores e incongruencias y confundía pymes y grandes empresas
MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Cuentas ha avisado de que en próximos ejercicios se notarán "de manera intensa" los impagos y ejecuciones de los avales otorgados en 2020 por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para mitigar los efectos de la pandemia del coronavirus.
En un informe que aprobado este miércoles para su remisión al Congreso, el fiscalizador examina los más de 90.000 millones que otorgó el ICO en sus tres líneas de avales para paliar los efectos de la pandemia y fomentar la reactivación económica (Líneas Liquidez, Inversión y Arrendamiento).
A la espera de que se haga público el informe, el Tribunal de Cuentas adelanta en una comunicado recogido por Europa Press que al término de 2020 ya se observaron las primeras comunicaciones de impagos y solicitudes de ejecución de los avales en las operaciones fiscalizadas.
AMPLIACIÓN GENERALIZADA DE LOS PLAZOS DE CARENCIA
A su juicio, "la ampliación y generalización de los plazos de carencia para la devolución de este tipo de préstamos hacen previsible que los impagos y las consecuentes ejecuciones de los avales empezarán a manifestarse de manera intensa en ejercicios futuros", y ya deja claro que este asunto será objeto de fiscalización específica.
A 31 de diciembre de 2020, la Línea Liquidez se encontraba liberada en su totalidad (100.000 millones de euros) y se había utilizado, ya en 2020, casi en su totalidad, puesto que el importe total avalado por esta línea ascendió a 86.694 millones de euros. En la Línea Inversión se habían liberado avales hasta un máximo de 11.800 millones de euros (el 30% de los 40.000 millones de euros previstos para ella y en 2020 se había utilizado un 13% del importe habilitado, ya que el total avalado por esta línea ascendió a 1.409 millones de euros.
En la Línea Arrendamiento se habilitaron la totalidad de los 1.200 millones de euros previstos, aunque el grado de utilización de esta línea apenas llegó al 2%, ya que en 2020 solo utilizaron esta línea 6.914 arrendatarios, por un importe total avalado de 25 millones de euros.
600.000 BENEFICIARIOS
En total, fueron objeto de análisis 953.782 operaciones de las Líneas Liquidez e Inversión realizadas por más de 600.000 clientes (autónomos y empresas, algunos de ellos realizaron varias operaciones), y 6.914 operaciones de la Línea Arrendamiento realizadas por otras tantas personas físicas arrendatarias de viviendas (solo se permitía una operación por arrendatario).
La financiación avalada por el Estado se concedió por las distintas entidades financieras, que comunicaron al ICO, a través de una aplicación informática, las operaciones formalizadas con sus clientes para las que solicitaban el aval público.
Para gestionar los procedimientos de otorgamiento de los avales, el ICO adaptó una aplicación genérica preexistente, denominada Banc@ico, mediante el diseño e implementación de un nuevo módulo adicional. Pero se han detectado operaciones grabadas por duplicado, campos que admiten valores heterogéneos o que pueden dar lugar a equívocos, y validaciones y campos que permiten combinaciones de datos que son imposibles o incoherentes, por lo que el Tribunal ha desaconsejado esa aplicación por las deficiencias, errores e incongruencias detectadas.
Así, en las líneas Liquidez e Inversión se detectaron 2.311 empresas beneficiarias de los avales que tenían registradas algunas operaciones como PYME y otras como no PYME, en el mismo ejercicio 2020, sin que la aplicación alertase de esta situación. Las comprobaciones efectuadas pusieron de manifiesto que 1.180 clientes eran grandes empresas que accedieron a los avales como PYME; y también se detectaron 1.143 clientes que fueron clasificados como grandes empresas siendo PYME.
DEBIÓ INFORMARSE A LA BASE DE DATOS DE SUBVENCIONES
Además, el ICO debió comunicar las ayudas concedidas mediante estos avales públicos a la Base de Datos Nacional de Subvenciones cumpliendo una serie de requisitos (de plazo e importes).
El Informe finaliza formulando cinco recomendaciones sobre el funcionamiento general del ICO; y otras tres sobre la gestión de la concesión de futuros avales en nuevas líneas que se aprueben con condiciones similares a las fiscalizadas.