PALMA, 10 (EUROPA PRESS)
La tripulación del avión de Royal Air Maroc que el pasado viernes protagonizó el incidente en el aeropuerto de Palma no se atrevió a cerrar las puertas del avión, pese a las recomendaciones del aeropuerto, por temor a ser agredidos por los jóvenes que iniciaron un tumulto dentro del avión.
Se trata del episodio que el pasado viernes tuvo cerrada durante cuatro horas la operativa en el aeropuerto, cuando presuntamente varios jóvenes simularon una emergencia médica para escapar y entrar en España de forma irregular.
Según recoge el auto de la juez que este lunes enviaba a prisión a 12 jóvenes detenidos (11 marroquíes y uno palestino, todos con edades comprendidas entre los 20 y 29 años), las personas que ejercían la coordinación del vuelo del aeropuerto de Palma indicaron a la aerolínea que cerrase las puertas del avión cuando comenzó a formarse un altercado en el interior de la aeronave.
Sin embargo, la tripulación no se atrevió a hacerlo porque temía por su integridad física, ya que el grupo de pasajeros mantenía una actitud muy nerviosa y agresiva. En su declaración, el comandante de la aeronave relató una situación de caos e indicó que una de las tripulantes tuvo que ser asistida por lesiones fruto del tumulto.
UN MÉDICO A BORDO AVALÓ EL POSIBLE COMA DIABÉTICO
Según la información que han recabado las autoridades, los hechos comenzaron el viernes sobre las 17.35 horas, cuando la torre de control del aeropuerto de Palma recibió una comunicación del vuelo MAC437 de Royal Air Maroc en la que se informaba de un posible coma diabético en un pasajero. El vuelo había partido de Casablanca (Marruecos) hacia Estambul (Turquía).
El pasajero fue inicialmente asistido por un médico a bordo que avaló el diagnóstico. Este médico no es ninguno de los pasajeros que después huyeron del avión.
Debido a la supuesta emergencia médica se aterrizó en Palma. A las 18.25 horas fueron trasladados dos pasajeros: el supuesto enfermo, de 24 años, y un acompañante de 21 años, ambos marroquíes. Fueron evacuados al Hospital Son Llàtzer por una ambulancia del servicio médico del aeropuerto, acompañados por seguridad.
En ese momento, en el que no había vigilancia, se produjo un altercado dentro de la aeronave cuando parte del pasaje comenzó a increpar e intimidar a la tripulación pidiendo que les permitieran salir a las pistas a fumar. El comandante no lo autorizó.
UNA PUERTA DE EMERGENCIA QUEDÓ INUTILIZADA
Un pasajero llegó a intentar forzar la puerta de emergencia, y aunque no consiguió abrirla, quedó inutilizada --y tuvo que ser reparada antes de que el avión pudiera volver a despegar--. El joven dijo que lo había hecho para salir a fumar y fue reubicado dentro del avión.
Fue entonces cuando desde la coordinación se recomendó cerrar la puerta y llamar a la Guardia Civil, y 22 pasajeros aprovecharon la ocasión para salir del avión a empujones y emprender la huida.
En ese momento las dos personas encargadas de la coordinación intentaron bloquear la salida colocándose en la puerta, pero fueron apartados, igual que la tripulación de cabina. Una trabajadora sufrió daños en este altercado.
Las 22 personas que consiguieron salir del avión atravesaron las pistas a la carrera, por lo que el oficial del Ejército del Aire de la base aérea tuvo que movilizar al personal de seguridad para cubrir el perímetro. Así se localizó un hueco en la alambrada perimetral por el que presumiblemente salieron del recinto.
Con los listados proporcionados por Royal Air Maroc y por Aena se pudo hacer una comprobación con los pasajeros que aún estaban dentro del avión y constatar que faltaban 22. De ellos han sido detenidos 12 y el resto está en busca y captura: consta que al menos dos tomaron un ferry de Mallorca a Barcelona.
PUSIERON EN PELIGRO LA SEGURIDAD DEL AEROPUERTO
El Juzgado constata que el incidente puso en peligro la seguridad en el aeropuerto. En el momento en el que los marroquíes corrían por las pistas se aproximaba un avión de Eurowings, según uno de los coordinadores del vuelo.
El aeropuerto tuvo que estar cerrado durante cerca de cuatro horas, en las que fueron desviados una docena de vuelos a Ibiza y Mahón, se cancelaron 22 vuelos y se retrasaron todas las operaciones con conexión en Palma.
En cuanto al pasaje restante del vuelo de Air Maroc, diez personas rechazaron continuar el vuelo, 13 se alojaron en un hotel y 102 volvieron en el avión hacia Casablanca.
EL HOSPITAL NO OBSERVÓ SIGNOS DE NINGUNA PATOLOGÍA EN EL PACIENTE
Mientras, en el hospital, el acompañante del supuesto enfermo aprovechó para escapar del centro, aunque fue posteriormente detenido. En cuanto al pasajero que propició la emergencia médica, fue examinado por los facultativos de Son Llàtzer, que no observaron signos de ninguna patología urgente.
Al recibir el alta el hombre fue detenido inmediatamente puesto que le constaba una reclamación judicial de un Juzgado de Marbella, en Málaga, por un incidente anterior en 2020.
Este pasajero fue el único que declaró el pasado lunes cuando los detenidos fueron puestos a disposición judicial, si bien no contestó a las preguntas de la magistrada. El joven aseguró que es realmente diabético y dijo que puede demostrarlo con certificados de sus médicos en Marruecos. Con todo, no dio ninguna explicación sobre por qué no llevaba consigo la insulina.