La mayoría es partidario de un 'Brexit' duro sin concesiones especiales a Reino Unido
MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente electo de EEUU, Donald Trump, tiene peor valoración entre los españoles que el líder ruso, Vladimir Putin, tradicionalmente el dirigente más detestado, según revela el último Barómetro de opinión del Real Instituto Elcano, que hace encuestas periódicas sobre la percepción ciudadana ante asuntos de política internacional.
Los españoles puntúan a Trump con una nota de 1,5, más de un punto por debajo de la de Putin, que tradicionalmente ocupa los puestos más bajos del ranking. La candidata demócrata derrotada por el multimillonario republicano, Hillary Clinton, es la figura política que genera más simpatías entre los españoles, que le dan un 5,8, por encima de la valoración de la canciller alemana, Angela Merkel (4,6).
El sondeo se realizó con una muestra de 1.002 residentes en toda España entre el 17 y el 28 de octubre, es decir, antes de las elecciones en EEUU. Pero el hecho de que refleje una percepción de los españoles tan mala de Trump hace pensar que el antiamericanismo puede aumentar en nuestro país, ha advertido la investigadora principal del instituto Carmen González Enríquez, en la presentación del estudio.
De manera abrumadora, los españoles veían a Clinton como la mejor candidata a la presidencia de EEUU tanto para la sociedad americana (90%) como para España (84%), frente al minúsculo 2 y 1 por ciento obtenidos por Trump.
En la actualidad, EEUU como país tiene bastante mejor imagen que la que tenía en 2005, cuando un sondeo del CIS midió la percepción de los españoles sobre la primera potencia mundial. Hoy los españoles puntúan a EEUU con un 6,1, una valoración más alta que la que otorgan a su propio país (5,9). Los españoles ven ligeramente mejor a EEUU que a Francia (6), aunque no llega al nivel de Alemania, que obtiene un 6,4.
En 2005, en cambio, seis de cada diez españoles tenían una opinión mala o muy mala de EEUU, país al que suspendían con una nota de 3,4. La encuesta de hoy vaticina que es "previsible" que el antiamericanismo renazca en España tras la victoria de Trump, ha insistido la investigadora.
A SALVO DE LOS ANTIGLOBALIZACIÓN
Este Barómetro del Elcano se ha centrado también en medir el impacto entre los españoles de actitudes antiglobalización que tan hondo han calado en otros países europeos, como Francia o Austria, donde partidos eurófobos cuentan con fuerte respaldo.
La encuesta permite concluir que en España "no existe una base social para el éxito de movimientos antiglobalización, ya sean de derecha o de izquierda", ha subrayado Enríquez, que ha explicado que ni siquiera Podemos, contrario a los grandes tratados comerciales internacionales como el CETA entre la UE y Canadá o el TTIP entre la UE y EEUU, se muestra en contra de la globalización como tal, si bien defienden otro modelo de globalización.
Los españoles asocian fundamentalmente la globalización con mayores facilidades para viajar y estudiar en otros países (20 y 10 por ciento de los encuestados, respectivamente), con el surgimiento de nuevas oportunidades para las empresas españolas (15%) y con el acceso a bienes culturales de otros países (9%), cuando se les pregunta que contesten de forma espontánea sobre los efectos positivos de la globalización.
Por el contrario, las respuestas más citadas sobre las consecuencias negativas de la globalización tienen que ver con la percepción de que produce más desigualdad en el mundo (17 por ciento, a pesar de que se trata de una percepción errónea, contestada por estudios económicos).
Un 16 por ciento menciona como efecto negativo de la globalización que provoca que las empresas españolas se vayan a países con mano de obra más barata y que haya más paro (13 por ciento), junto al hecho de que favorece la llegada de demasiados inmigrantes (10 por ciento).
Los argumentos de tipo identitario o cultural, como la afirmación de que la globalización favorece que se pierda la identidad y cultura española, son muchos menos frecuentes, al ser mencionada por un siete por ciento de los entrevistados. Enríquez concede especial relevancia a este dato, puesto que está en la base del apoyo a los movimientos antiglobalización en otras naciones.
La encuesta refleja asimismo cómo desde 2005 ha disminuido el temor en España a que aumente el paro como consecuencia de la liberalización mundial. Si hace 11 años un 46 por ciento de los españoles opinaba que una mayor apertura económica podía ser mala para el empleo, hoy baja una décima esa percepción, pero lo que es más significativo es que suba el porcentaje de encuestados que están en desacuerdo con esa afirmación. Si antes eran tres de cada diez, hoy ya son cuatro de cada diez.
Curiosamente, son las personas que se identifican como de derechas y de izquierdas quienes, en general, muestran menos actitudes antiglobalización que los de centro, a los que se les supone ideas más moderadas.
MEJOR UN BREXIT DURO
El sondeo también ha preguntado por la posición que debería tener la UE en las negociaciones con Reino Unido para concretar su salida del club comunitario ('Brexit'), decidida en el referéndum del pasado 23 de junio.
Seis de cada diez defienden que la UE actúe "con firmeza y sin ofrecer concesiones especiales", frente a un 35% partidario de hacerlas en aras de mantener las buenas relaciones.