Agentes de la Policía Municipal de Madrid les interceptaron a la salida de una chabola "sospechosa" en la Cañada Real
MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo ha confirmado la decisión del Ministerio de Defensa de suspender a dos guardias civiles que --estando fuera de servicio-- fueron interceptados por la Policía Municipal de Madrid tras una visita a una chabola "sospechosa" de la Cañada Real y dieron positivo en drogas y el alcohol.
Los magistrados han desestimado los recursos de los dos integrantes del Instituto Armado al considerar que no ha habido vulneración alguna de sus derechos y que se ha valorado un "completo abanico probatorio, sólido y acomodado" en el canon constitucional, con "una ponderación exhaustiva, lógica y racional".
Según consta en una sentencia de la Sala de lo Militar a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a enero de 2019, cuando agentes de la Policía Municipal de Madrid --que se encontraban prestando servicios en la Cañada Real-- siguieron un vehículo blanco en el que viajaban tres hombres que se acercaron a una chabola "sospechosa" por "ser empleada para el tráfico de drogas, consumo y menudeo".
En 29 folios, el tribunal ha relatado cómo los agentes interceptaron el vehículo e identificaron a los pasajeros: el que conducía era un guardia civil, el copiloto era un ciudadano rumano y el que iba en el asiento de atrás era otro guardia civil.
"UNA BOLSITA CON SUSTANCIA"
Los miembros de la Benemérita dijeron que "se encontraban trabajando". En un primer momento, los policías municipales pensaron que se podía tratar de una investigación y les dejaron ir. Ante las sospechas, sin embargo, les volvieron a seguir y revisaron si se trataba de un vehículo oficial. Finalmente, descubrieron que era el coche particular de uno de los guardias civiles.
Ante este escenario, los policías municipales detuvieron de nuevo al vehículo. Esta vez hicieron que los guardias civiles se bajaran del coche. Ninguno portaba el arma reglamentaria, pero uno de ellos tenía en su poder "una bolsita con sustancia que pudiera ser estupefaciente en forma de roca".
Uno de los agentes de la Benemérita manifestó "su pesar y arrepentimiento"; el otro, sin embargo, se pronunció "de manera altanera" y criticó el modo de proceder de los policías municipales. Los dos fueron sometidos a pruebas de alcoholemia y de drogas.
FALTA "MUY GRAVE"
El que dio positivo en alcohol y drogas fue sancionado con dos años de suspensión de empleo y la pérdida del destino que ocupaba. El que solo dio positivo en alcohol fue suspendido por un año y perdió también el destino. A los dos se les abrió expediente como autores de la falta "muy grave" del "abuso y atribuciones que cause grave daño a los ciudadanos o a la Administración. Estas medidas fueron avaladas por el Tribunal Militar Central.
Los guardias civiles llevaron el caso al Supremo al considerar que se había vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva e indefensión, así como vulneración a un proceso con todas las garantías y presunción de inocencia, además de falta de proporcionalidad y dilaciones indebidas.
En la resolución, de la que ha sido ponente el magistrado José Alberto Fernández Rodera, el Supremo ha explicado que, aunque los plazos del procedimiento se vieron afectados por la pandemia, "la resolución sancionadora se dictó dentro del término legal" y con ajuste a lo que contempla la ley en estos casos.