Estima que hay que tener en cuenta el dinero que dejó de percibir al no poder afrontar sus compromisos con dos productoras
MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo ha incrementado en 3.065 euros la indemnización que la compañía Anca-Hoteles, propietaria del Hotel Santo Mauro de Madrid, debe pagar a la actriz Loles León por las lesiones que sufrió el 9 de octubre de 1999 al caer por unas escaleras de una de las suites de este establecimiento, en la que estaba alojado el actor británico Jeremy Irons.
El alto tribunal estima el recurso de la actriz contra la sentencia que dictó en 2005 la Audiencia Provincial de Madrid, que condenó a la empresa propietaria a indemnizarla con 41.226,852 euros y absolvió al director del hotel.
Considera que su indemnización debe ser aumentada por no poder la actriz cumplir un contrato que tenía firmado con una productora de cine australiana (pérdida cifrada en unos 12.000 euros. León pensaba cumplir de forma simultánea con otro con una productora española, por cuya pérdida si fue compensada por la Audiencia Provincial.
Agrega el alto tribunal en "es uso habitual en la profesión que los intérpretes compaginen o simultaneen diferentes rodajes y "perfectamente asumible que la actriz pueda contratar y simultanear su trabajo con distintas productoras, en intervalos temporales parcialmente coincidentes".
"La experiencia enseña que los actores suelen esforzarse al máximo por aprovechar las épocas en las que les ofrecen papeles, dado su siempre incierto futuro profesional", añade el Supremo.
CAÍDA A OSCURAS.
El día de los hechos, de madrugada, la actriz y otras dos personas acompañaron al actor hasta la habitación en la que se alojaba y, al encontrársela totalmente a oscuras, Irons volvió hacia la recepción para comunicar esta circunstancia. Loles león se adentró en la habitación palpando las paredes en busca de algún interruptor, pero se cayó por las escaleras que daban acceso a la zona habitable de la suite. Se rompió la pelvis y la muñeca derecha.
En el juicio quedó acreditado que la habitación no disponía de luces de emergencia, tal y como establece la normativa, y que incluso el Ayuntamiento requirió por escrito su colocación a los responsables del Hotel para el caso de las habitaciones que contaban con dos alturas, como era la ocupada por el actor británico.
La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Francisco Marín Castán, señala que "la caída se presenta como una consecuencia de la conducta un tanto ligera e inoficiosa de la recurrente, porque si el señor Irons no la animó a entrar advirtiéndole de la existencia de la escalera, entonces la conducta que cabía esperar de una persona razonable era aguardar el retorno de aquél y no adentrarse totalmente a oscuras en la habitación".