MURCIA 9 May. (EUROPA PRESS) -
El Vicepresidente del Parlamento Europeo y eurodiputado del PP, Ramón Luis Valcárcel, ha dicho este martes que "probablemente pasarán décadas hasta que podamos eliminar, por completo, el terrorismo yihadista en Europa", puesto que "harán falta generaciones para erradicarlo", según informaron fuentes de esta formación política en un comunicado.
Ha explicado que, para lograrlo, "antes habrá que cerrar los casos de los más de 5.000 europeos que se han ido con DAESH, el Frente Al Nusra y demás facciones del salafismo asesino". Se trata, como ha indicado, de "franceses, británicos, alemanes y belgas, pero también de españoles" y "de hombres y mujeres, pero también de niños".
Presentando en la Eurocámara el libro 'En el vientre de la yihad', de la joven periodista española Alexandra Gil, Valcárcel se ha preguntado "qué pasará cuando los bebés de padres europeos que han nacido en Siria e Irak lleguen a Europa". Según las estimaciones, unos 400 menores franceses están en la guerra y muchos carecen de certificado de nacimiento. Como ha dicho el popular, "a efectos legales, son bebés sin patria que abren incógnitas para nuestros servicios sociales y fuerzas policiales".
Por tanto, "ya hay que pensar en 'el después', en los retornados y en el momento en que salgan de la cárcel", ha señalado Valcárcel. También porque, según ha expresado, "la cárcel desempeña un papel fundamental en la radicalización", argumentando que "la concentración de presos yihadistas puede favorecerla, mientras que su dispersión la debilita". Para el eurodiputado murciano, "aquí, como en tantos otros ámbitos de la lucha contra el terrorismo, el ejemplo de España marca el camino a seguir".
En todo caso, Valcárcel ha reiterado que "para derrotar al terrorismo en todas sus formas es vital que perdure la unidad de todos los europeos". Porque "el terrorismo de hoy no conoce fronteras y, cuando llora París, también lloran Berlín, el Paseo de los Ingleses de Niza, la Avenida Meridiana de Barcelona, Corporation Street de Manchester* y, por supuesto, la Estación de Atocha de Madrid", se ha lamentado.
Por tanto, "los ciudadanos europeos saben que sólo juntos podremos vencerle y crear una Europa más segura", dijo el eurodiputado popular. Lo señala el Eurobarómetro de abril de 2016, que reveló que el 82% pedía a la UE que hiciese más para combatir el terrorismo.
En este sentido, ha explicado que "la UE escucha y da cada vez más pasos para derrotar al terrorismo". Su estrategia es "prevenir, proteger, perseguir y responder" y, como expresó Valcárcel, "en su corazón están las víctimas. Porque es con las víctimas con quienes estaremos eternamente en deuda".
Aunque "jamás habrá iniciativas y medidas suficientes para compensar la pérdida de un ser querido o la pérdida de la propia vida", el Vicepresidente recordó algunas de las últimas decisiones en materia antiterrorista adoptadas en el seno de la UE, como la aprobación en 2016 de la directiva sobre el registro de datos de pasajeros, "clave para identificar qué yihadistas intentan regresar a territorio europeo" o "el fin de las lagunas legales que existían en torno a la posesión y compra-venta de armas".
Además, Valcárcel ha explicado que "recientemente tomamos medidas contra los retornados y los lobos solitarios", pidiendo que "los viajes y el reclutamiento con fines terroristas, la preparación de atentados, la exaltación del terrorismo y su financiación se consideren como delito en toda Europa". Porque, como ha afirmado el eurodiputado del PP, "los verdugos nunca serán inocentes".
En el vientre de la yihad (editorial Debate) cuenta las historias de siete madres, un padre y una hermana de jóvenes europeos que se fueron a Siria e Irak. El acto de presentación en la biblioteca de la Eurocámara (de la que Valcárcel es responsable en su calidad de Vicepresidente de la institución) fue organizado por la eurodiputada Beatriz Becerra, del Grupo ALDE.
Valcárcel ha agradecido a la autora "habernos brindado acceso a esta realidad" y explicó que, para escribir el libro, Gil había pasado "más de 130 horas conviviendo con el horror, con el miedo y con la desgracia". La describió como "una periodista con mucho talento y muchas ganas de seguir creciendo" y alabó "su juventud", indicando que, en su caso, era "sinónimo de determinación, valentía, profesionalidad y éxito".