Responde que es "tiempo de reflexión" ante la posibilidad de crear un nuevo partido español
BARCELONA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El líder de la plataforma BCN Canvi, Manuel Valls, ha cargado contra Cs y su estrategia, así como su postura ante Vox, y ha avisado: "Además de sectaria, es una estrategia equivocada que provoca el sentimiento de que se ha sacrificado Cataluña por ventajas electorales en el resto de España".
El exprimer ministro francés ha asegurado en su primera rueda de prensa en el Ayuntamiento que mantendrá su cargo como edil en Barcelona, ha dicho dos días después de que Cs anunciara la ruptura con su plataforma por haber apoyado la investidura de la de nuevo alcaldesa, Ada Colau.
Esta ha sido la primera intervención de Valls después de la ruptura, por la que Cs creará un grupo propio en el Ayuntamiento en el que también se integrará como independiente el exministro socialista Celestino Corbacho, tras una decisión que Valls ha tachado de "incomprensible", aunque ha dicho que la respeta y ha rechazado entrar en más críticas sobre él.
Ha garantizado que continuará como concejal en la oposición en Barcelona, aunque sea desde una posición modesta --con él y Eva Parera en su grupo-- y ha asegurado que su compromiso sale reforzado de los últimos acontecimientos: "Aspiro a resultar útil a mi ciudad", a Cataluña y al resto de España y Europa.
Compartía mucho con Cs pero poco a poco "el partido se fue convirtiendo en un partido diferente", y que en algunos momentos su compromiso con Barcelona fue lo único que le frenó romper con el partido tras las elecciones andaluzas, y ha insistido en que fue un error la foto de la manifestación en la plaza Colón de Madrid con Vox.
"CUANTO PEOR, PEOR"
"La estrategia del 'cuanto peor, mejor' es una estrategia equivocada y peligrosa, que además ha dejado huérfanas a todas las personas que el 21-D otorgaron su confianza al mensaje de coraje y firmeza de Inés Arrimadas", ha aseverado Valls, que ha advertido de que esta estrategia no funciona.
"No. Cuanto peor, peor. Es de una enorme irresponsabilidad ir a buscar siempre o esperar lo peor. La tensión y el conflicto sin proponer nunca una alternativa no conducen a ningún sitio", según Valls, que ha avisado de que multiplicar declaraciones a prensa no es un proyecto político y ha dicho que la ruptura es por un problema político y no por uno personal con el presidente de Cs, Albert Rivera.
Ha dicho que muchos de Cs son liberales, progresistas y europeístas, "pero Cs se ha convertido en el partido que pacta de hecho con una formación iliberal, reaccionaria y antieuropea", y ha alertado de que no vale esconderse tras el PP y que cada uno es responsable de sus actos, tanto en Barcelona como en Madrid, ha dicho, y también ha criticado los pactos en Badalona (Barcelona) y Navarra.
"No traje mi compromiso a España para acabar en la lucha para liderar las derechas, para relevar al PP o impidiendo la formación de un gobierno con mayoría constitucionalista en este país. No se puede pintar siempre España en blanco y negro", ha avisado y, preguntado por los medios, ha apostado por que Rivera y Pablo Casado (PP) no dificulten la investidura de Pedro Sánchez (PSOE) para que tenga que buscar apoyos de nacionalistas para ser presidente del Gobierno central.
¿NUEVO PARTIDO?
Ha defendido que es necesaria una puesta al día de la estrategia del constitucionalismo y ha expresado su compromiso en esta tarea y, sobre si prevé crear un nuevo partido político, lo ha descartado en Catalunya pero, al ser preguntado por si lo prevé a nivel de toda España, ha dicho que "es tiempo para la reflexión" pero que este no es ahora el debate.
Ha bromeado con los medios --la periodista que le ha preguntado sobre un nuevo partido ha tenido que atender el teléfono, y él ha dicho que sería una llamada de Rivera--, y ha zanjado al ser repreguntado: "No, está muy claro", tras asegurar que ayudará como concejal en todo lo que pueda a unir el constitucionalismo.
LAZO AMARILLO
Está orgulloso de haber impedido que Ernest Maragall (ERC) fuera alcalde, votando a Colau, y ha lamentado que la reelegida alcaldesa volviera a colocar el lazo amarillo por los independentistas presos y ha pedido retirarlo, pero ha añadido: "Ya sabíamos que lo haría. ¿Pero qué no habría hecho Maragall si hubiera conseguido la Alcaldía?"
Ha tachado de intolerables los insultos que se oyeron en la plaza contra Colau y nuevos concejales como él, y ha asegurado que lo que se vivió fue odio organizado del independentismo, que confirmó su decisión de apoyar a Colau, que "ha tenido que probar una medicina que no le es del todo ajena: la de los 'escraches".