Vara aboga por "respetar la legalidad" y la "comprensión mutua" para "intentar recuperar algo" de los "afectos"

BADAJOZ 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dicho este jueves que entre todos hay que esforzarse, ha dicho, por "respetar la legalidad" y por tener "comprensión mutua" con el fin de "intentar recuperar algo", que a su juicio, es parte de lo que se ha perdido por una parte de la población catalana.

En concreto, se ha referido al mundo del "respeto y de los afectos", algo que ha tildado de "tan necesario", y que a su modo de ver, "se ha perdido por una parte de los catalanes que poco le importan las emociones, y poco le importan los afectos", puesto que están "en una guerra muy particular que tiene que ver con algo muy distinto de los que se habla actualmente".

Fernández Vara ha dicho estas declaraciones tras su discurso en la inauguración del Congreso Internacional de Balonmano 'Enseñanza e Investigación desde las etapas de la formación' en la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura en Badajoz.

Asimismo, el jefe del Ejecutivo extremeño ha señalado que "no" entiende una España sin Cataluña, y una Cataluña sin España, y por otro lado, se ha preguntado en qué momento se "rompió" España. "No sé en que momento alguien pensó que uno podía sentirse más del sitio que de donde es uno, que de donde somos todos", ha dicho.

En este sentido, el presidente de la comunidad se ha preguntado sobre qué se han hecho "los unos a otros, entre españoles y catalanes", para que en estos momentos se sea "incapaces de sentarnos a hablar y a decir que es perfectamente posible sentirse más catalán del mundo sin que eso signifique dejar de sentirse español", ha indicado.

"En qué momento dado de la historia hemos tenido la sensación de que la vida excluye experiencias e identidades que por sentirte catalán, dejas de sentirte español", ha lamentado Vara.

Por ello, el presidente de la Junta ha recordado el "ejemplo" que dio el deporte de proyección hacia a el mundo en las Olimpiadas de Barcelona de 1992, ya que así, según sus palabras, "permitirá recuperar una idea posible de que puede existir una Cataluña grande en una España grande, ya que no son situaciones incompatible sino todo lo contrario".