El presidente de Extremadura recibe una llamada de Sánchez y tilda de "anécdota" las tensiones internas en el PSOE
MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha insistido en que "a medida que vaya pasando el tiempo" en España "más se va a poner la necesidad de que las situaciones se puedan desbloquear" y ha lamentado que, en este debate, no se le ha preguntado "a cambio de qué" podría hacerlo el PSOE, si bien ha apuntado que esto ya "es irrelevante" porque "son situaciones" que han atascado "a todos".
Así lo ha señalado el también líder de los socialistas extremeños en una rueda de prensa después de reunirse en Madrid con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, para abordar las dificultades presupuestarias que afrontan las comunidades autónomas por la falta de gobierno.
Vara ha insistido en que España vive una situación de "excepcionalidad" que genera muchos problemas a las autonomías y ha insistido en que es necesario resolver sus dificultades. Y esto, ha dicho, no supone ninguna "presión" al líder de su partido, Pedro Sánchez, ni a ningún dirigente, más allá de volver a defender la necesidad de que las administraciones vuelvan a su "funcionamiento normal".
Precisamente, ha explicado que este mismo miércoles ha conversado con el líder del PSOE, con quien la semana pasada explicó que llevaba sin hablar más de dos meses. Según ha dicho, Sánchez le ha llamado y le ha explicado que hay contactos con el Gobierno en funciones para intentar fijar un nuevo techo de gasto a las comunidades autónomas.
Vara, que no ha querido dar más detalles de la conversación telefónica, ha rechazado comentar las discrepancias con la dirección federal, después de que la semana pasada el sector crítico con Sánchez saliera en su defensa tras los ataques recibidos en las redes por defender que el PSOE debe debatir cómo evitar terceras elecciones.
ASUNTO "CERRADO"
"Lo interno, lo nuestro en medio de los retos que tiene nuestro país son anécdotas, pura anécdota irrelevante", ha afirmado, para después asegurar que da por "cerrado" el asunto. Según ha dicho, aunque en un principio iban a verse esta semana, aprovechando su paso por Madrid, no ha podido ser porque Sánchez está haciendo campaña en Galicia y él viaja a Turín, acompañando a empresas extremeñas a una feria gastronómica.
Así, ha insistido en que los "matices" que pueda haber en el PSOE son una "anécdota" vista "la problemática" que tiene el país. "No quiero hacer ni un solo matiz que agrave la situación", ha afirmado.
Dicho esto, sí ha insistido en que está convencido de que "a medida que vaya pasando el tiempo más se va a poner en valor la necesidad de que las situaciones se puedan desbloquear", algo que a su juicio es "obvio". "No digo nada nuevo, lo digo desde hace muchos meses, pero nadie me ha preguntado si yo, detrás de esa necesidad de buscar alguna salida, he dicho a cambio de qué, pero, en fin, eso creo que ya es irrelevante que así sea también porque son situaciones que nos han 'atrapallado' a todos", ha afirmado.
ES SÁNCHEZ QUIEN "TIENE QUE TOMAR LAS DECISIONES"
Después, no ha querido aclarar en qué condiciones ha pensado y, cuando se le ha preguntado, si está dispuesto a abrir el debate en el Comité Federal de su partido, ha defendido que "la representación en el partido la tiene el secretario general", que es quien "tiene que tomar las decisiones en nombre de los órganos del partidos".
Y tampoco ha querido pronunciarse sobre la apuesta de Sánchez de explorar las posibilidades de un acuerdo con Podemos. "Que a mí me parezca bien o mal es absolutamente irrelevante. El Comité Federal adoptó unas decisiones y yo, a la vista de la nueva realidad que ha ocurrido una vez fracasó la investidura de Mariano Rajoy, he planteado que sería bueno que nos reuniéramos y en ese Comité Federal expresaré mi opinión", ha dicho.
A partir de aquí, ha calificado de "lógico" el llamamiento del Rey al diálogo y, preguntado por qué puede hacer su partido al respecto, ha insistido en que "cada uno sabe lo que tiene que hacer". Por su parte, ha defendido que los presidentes autonómicos están defendiendo el interés de los ciudadanos para los que gobiernan y eso no quiere decir que estén presionando a nadie en concreto.
"Yo no puedo ser cómplice de una situación sin decirlo", ha afirmado, para después plantear si "la política de Madrid" es que las comunidades autónomas se callen y se pongan "en primera posición de saludo hasta que se resuelvan los problemas".