El incidente ocurrió minutos después de que una patrulla parara a un coche que circulaba a gran velocidad
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Una veintena de personas con diversos antecedentes se ha desplazado la tarde de este martes al cuartel de Barbate (Cádiz) profiriendo amenazas e increpando a los guardias civiles que allí se encontraban, según han informado fuentes de la Guardia Civil a Europa Press.
Alrededor de las 17.30 horas una patrulla de la Guardia Civil observó a un coche circulando a gran velocidad por el casco urbano de la localidad gaditana. Tras darle alcance, ordenaron a sus cuatro ocupantes --todos varones adultos-- que abandonaran el vehículo.
En este momento, uno de ellos se introdujo nuevamente en el vehículo, dando un acelerón que estuvo a punto de arrollar a uno de los agentes de la Guardia Civil. Estos les recriminaron el acto y los cuatro sujetos comenzaron a increparles en ese mismo lugar.
Apenas una hora después de este suceso, unas 20 personas, entre las que se encontraban dos de los ocupantes del vehículo -- hermanos junto con otro varón y una mujer-- se personaron en el puesto de Barbate y comenzaron a increpar a los agentes.
Las citadas fuentes oficiales han indicado que la veintena de individuos son casi todos pertenecientes a una misma familia conocida de la zona que, además, acumulan varios delitos de tráfico de drogas, lesiones, amenazas, delitos contra la seguridad vial y contra el patrimonio, entre otros.
"OS TENÍA QUE PASAR COMO A LOS DEL PUERTO"
En un mensaje en redes sociales, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Cádiz ha denunciado este hecho, asegurando que estas personas que se han acercado a las puertas del cuartel han gritado "os tenía que pasar como a los del puerto", en referencia al asesinato de dos guardias civiles el pasado 9 de febrero al ser arrollados por una narcolancha en el puerto gaditano de Barbate.
Entre otros improperios la asociación ha apuntado que se oyó "os tenemos que matar" y "tenemos armas". Asimismo, desde la asociación han añadido que el cuartel tenía las puertas cerradas y que, por tanto, la veintena de personas no accedió a su interior.
Por ello, AUGC Cádiz ha reclamado un refuerzo permanente en el municipio gaditano y que se declare como zona de especial singularidad.