LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 29 Nov. (EP/IP) -
Los Verdes tiene el propósito de que las próximas elecciones de mayo de 2007 sirvan en Canarias de referéndum contra la corrupción urbanística y la especulación. El diputado de Los Verdes, Francisco Garrido, destacó que los casos de corrupción que han salpicado la actualidad de las Islas no deben ser simplemente motivo de escándalo, sino la causa de un profundo cambio en la política urbanística.
Para que se produzca este giro en la forma de concebir la gestión del suelo en el Archipiélago los ecologistas aseguran que ellos son los principales valedores, ya que no han participado en las tramas de corrupción y han venido denunciando desde hace años esta situación.
Tal como indicó Garrido, "en las elecciones se debe poner de manifiesto el rechazo a quienes han estado desarrollando este modelo especulativo, en el que está desde la derecha hasta los nacionalistas, y en otros lugares también los socialistas".
El diputado de Los Verdes insistió en que su formación política "no tiene nada que ver con eso, llevamos años denunciando este asunto, para nosotros ni es una novedad ni una sorpresa sino una constante que cenismo denunciando".
El objetivo de los ecologistas es reforzar la estrategia contra la especulación y presentar una alternativa viable en un lugar como Canarias, donde la conciencia medioambiental, según señalan, "crece muy fuertemente, como se ha demostrado recientemente en las movilizaciones contra la Puerto de Granadilla".
Esta voz de defensa medioambiental y contra la especulación tiene que tener una expresión política y ésta corresponde a Los Verdes, agregó Garrido, que se mostró convencido de que "son los únicos que estamos fuera del entramado de la corrupción urbanística, lo hemos denunciado y tenemos otro modelo de gestión urbanística que no conlleva a la especulación, la corrupción ni destrucción ambiental".
El diputado enfatizó que la gestión urbanística "es el mayor problema ambienta y un cáncer político porque la corrupción se carga unidades democráticas tan básicas como los ayuntamientos". Además, añadió que también es un problema social porque a corto plazo amenaza los sectores que "toca", como es el caso del turismo.