Pide al juez buscar en el sumario de Banca Catalana el origen de la fortuna de Pujol
BARCELONA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El exfiscal jefe Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha apuntado que el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol es un delincuente tras confesar que tuvo cuentas en Andorra sin regularizar durante 34 años, aunque ha dudado de que vaya a la cárcel.
En declaraciones a los medios, tras comparecer en la comisión de investigación sobre el fraude y la evasión fiscal en el Parlament, ha asegurado que si él mismo ha admitido que ha defraudado a la Hacienda pública durante 34 años ya hay motivos para dejar de hablar de presunto delincuente: "Si lo ha reconocido, porque no decirlo".
Villarejo, uno de los fiscales que intervino en el caso Banca Catalana en la década de los 80, ha dudado de que Pujol entre en la cárcel, pero no se ha atrevido a decir lo mismo con un "no lo sé" al preguntársele por si se verá a algún miembro de la familia entre rejas.
RECLAMA EL SUMARIO DE BANCA CATALANA
En su comparecencia, ha pedido al juzgado de instrucción 31 de Barcelona, que investiga el patrimonio de la familia a raíz de la confesión del expresidente, que reclame el sumario de Banca Catalana y estudie si en el caso está el origen de la fortuna sin regularizar que tuvo en Andorra.
Así, ha llamado a analizar con precisión el desarrollo del proceso así como los beneficios obtenidos por los querellados desde el principio hasta el final, también los de Jordi Pujol, porque "es razonable establecer algún tipo de relación de causalidad" entre ambas cuestiones.
También ha acusado al dimitido fiscal general del Estado Eduardo Torres-Dulce de decidir que la causa se lleve desde Madrid e "impedir" así que los delegados de la Fiscalía en Barcelona puedan intervenir.
Además, ha acusado a Pujol de haberse aprovechado de su cargo al frente de la Generalitat durante 23 años para poder defraudar y que diversos consellers buscaron también su beneficio propio, por lo que ve "excesivo" reducir el caso a una cuestión familiar como defiende el presidente catalán, Artur Mas.
Tras censurar ética y políticamente la actuación de Pujol, ha enmarcado su confesión en que había investigaciones judiciales abiertas que salpicaban a sus hijos, y en consecuencia podían poner en cuestión al conjunto de la familia, y al hecho de que días antes hubo una regularización tributaria de tres millones de euros por parte de Marta Ferrusola y tres de los hijos.
Ha aprovechado para explicar que en 2013 denunció ante la Fiscalía Anticorrupción "anomalías" en sociedades mercantiles de dos de los hijos, Jordi y Oleguer, pero no encontraron indicios de delito en la documentación que les aportó pese a que desde las instancias judiciales ya se estaba investigando al primogénito de los Pujol
"PRESIONES"
En relación a su experiencia personal, ha admitido haber recibido "presiones" para frenar investigaciones de casos de corrupción de la vida pública catalana en los gobiernos de Pujol, pese a destacar que se enfrentó a ellas salvo que hubiera una orden explícita del Fiscal general del Estado de no actuar, ante lo que no considera que tuviera que dimitir.
Para Villarejo, la quiebra de Banca Catalana obedece a conductas que encajan en la malicia y el abuso de facultades que llevaron al desequilibrio y vaciamiento patrimonial de la entidad, y ha afirmado que la decisión de más de 30 magistrados de exculpar al expresidente debe entenderse como "una actitud comprensiva hacia la actividad delictiva desarrollada desde el poder político".
Al preguntársele si hubo pactos de silencio entre los partidos para ocultar corrupción, lo ha avalado destacando que hubo "una auténtica complicidad para ocultarse mutuamente los actos delictivos" que cometían.
Así, ha añadido que no entiende como Pujol ha podido incumplir sus obligaciones fiscales durante 32 años: "No puede admitirse si no es porque hay acuerdos subterráneos y complicidades ocultas que lo explican".