"No me he sentido plenamente libre", ha recriminado el comisario al tribunal
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El ahora comisario jubilado José Manuel Villarejo ha asumido finalmente el rol de abogado de su propia defensa en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por tres piezas separadas de 'Tándem', la macrocausa sobre sus negocios privados, para interrogar a uno de sus clientes, superando así las reticencias iniciales del tribunal, después de que incluso la Fiscalía Anticorrupción se posicionara a favor del policía retirado en este asunto.
La sexta sesión ha arrancado con unas palabras de agradecimiento por parte de Villarejo al fiscal Miguel Serrano, que el día anterior salió en defensa del principal acusado al indicar al tribunal presidido por Ángela Murillo, en aras de "la pureza del procedimiento", que "no hay por qué restringir que sea él el que asuma el interrogatorio" de los demás acusados, toda vez que se le ha reconocido el estatus de abogado codefensor en la causa.
Desde que comenzó el juicio por 'Iron', 'Land' y 'Pintor', Villarejo ha intentado hablar en cada sesión como su propio abogado, pero hasta ahora Murillo se lo había impedido argumentando que no era posible que en un mismo día ejercieran su defensa él mismo y su otro letrado, Antonio José García Cabrera. "Al alimón, no", ha espetado la magistrada en sucesivas ocasiones.
A pesar de que Villarejo ha podido hablar este martes como abogado codefensor, su intervención no ha estado exenta de roces con el tribunal. Nada más empezar, Murillo le ha llamado una vez más al orden para instarle a que se ciñera a los hechos, después de que él preguntara a María Ángeles Moreno, socia y directora de Herrero&Asociados, un despacho de abogados que contrató al comisario para supuestamente espiar a la competencia, por qué, a diferencia de sus otrora colegas, no había pactado con Fiscalía.
"Está en su derecho", ha frenado la magistrada, pero Villarejo ha intentado seguir por esa línea topándose otra vez con Murillo: "Vaya a los hechos". El comisario ha reclamado entonces "el mismo trato a esta defensa que a las demás", algo a lo que la jefa de la Sala ha reaccionado advirtiéndole: "No vamos a tener un enfrentamiento de ninguna de las maneras".
Sin embargo, los encontronazos dialécticos entre juez y abogado han continuado. Así, cuando Villarejo ha afirmado, en base a las respuestas de la acusada, que sus antiguos socios "faltaron a la verdad" en sus comparecencias del día anterior, Murillo le ha recordado que "eso será el tribunal quien lo tenga que decir".
El policía retirado ha afeado a la magistrada que le interrumpía "todo el tiempo", dando pie a un nuevo intercambio de reproches en el que Murillo le ha avisado sobre el tono que estaba utilizando: "Bajito, bajito, por favor".
Con todo, Villarejo ha puesto fin a su intervención dejando patente su enfado. "Quiero ejercer mi protesta porque no me he sentido plenamente libre", ha manifestado. "Consta la protesta", le ha comunicado Murillo, para proseguir con el juicio.
RECUSACIÓN FRUSTRADA
Los choques entre la defensa de Villarejo y el tribunal han sido constantes desde que arrancó la vista oral, hasta el punto de que este lunes planteó un incidente de recusación contra los tres magistrados que lo integran, alegando que tenían "prejuicios personales" en su contra que se habían hecho patentes a través de un trato desigual respecto a los demás acusados e incluso "zafio".
El tribunal, por su parte, después de tener que interrumpir la sesión durante varias horas y de escuchar las posiciones del resto de partes, inadmitió el incidente de recusación reprochando a Villarejo su "mala fe y abuso del derecho" al formularlo. Algunas acusaciones y defensas advirtieron de que la forma en que se había gestionado este asunto podría acabar acarreando la nulidad.
En este juicio, el primero por 'Tándem', se investigan los trabajos de espionaje que Villarejo habría realizado en los proyectos 'Iron', 'Land' y 'Pintor' para abogados, empresarios y particulares, valiéndose de los recursos policiales que tenía a su alcance. La Fiscalía pide que sea condenado a 109 años de cárcel.