Afirma que el encargo para espiar a la constructora Martinsa-Fadesa se enmarcó en una lucha interna en el PSOE andaluz
MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo ha reconocido este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que recibió un encargo de Repsol y Caixabank para evitar que Sacyr Vallehermoso se hiciera con el control del Consejo de Administración de la energética, pero ha asegurado que en ningún caso trató este asunto con sus entonces presidentes.
Villarejo ha comparecido ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 por videoconferencia desde el centro penitenciario de Estremera en el marco de tres piezas separadas. La declaración, que ha durado unas dos horas y media, tiene lugar justo una semana después de haber recibido el alta hospitalaria por el Servicio de Neurología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Una de las piezas por las que ha declarado ha sido la número 21, la denominada 'proyecto Wine', en la que se investiga el presunto encargo por parte de Repsol y Caixabank a la empresa de Villarejo, Grupo Cenyt, de salvaguardar los intereses de ambos clientes en un contexto de pugna entre accionistas de referencia en Repsol YPF "para tomar el control de la compañía".
Según explica el auto del juez García Castellón por el que acordó la apertura de esta pieza separada, la misión era evitar que mediante un acuerdo con la petrolera mexicana Pemex, otro de los grandes accionistas de Repsol, Sacyr Vallehermoso, se hiciese con el control del consejo de administración presidido por Antonio Brufau.
ENCARGO REALIZADO POR LOS JEFES DE SEGURIDAD
El comisario jubilado --que ha declarado con un parche en el ojo-- ha afirmado que la compañía energética y el banco se pusieron en contacto con él por el "ataque sufrido" y por el riesgo de que Repsol pasara "a manos extranjeras", según han informado fuentes jurídicas presentes en la declaración.
En este punto, ha precisado que sus servicios fueron abonados pero que en ningún momento trató esta cuestión con los entonces presidentes de la energética Antonio Brufau y del banco Isidro Fainé. Todo el encargo fue gestionado directamente con los también investigados en esta pieza, Rafael Araujo (ex director de Seguridad Corporativa de Repsol) y Miguel Ángel Fernández Rancaño (ex jefe de Seguridad de CaixaBank), han indicado las fuentes jurídicas consultadas.
Así, ha desvinculado de este asunto al que fuera jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) Enrique García Castaño. Ha dicho que lo único que éste hizo fue responder a las preguntas de Araujo sobre el Grupo Cenyt.
Por otro lado, el comisario jubilado ha destacado que se involucró en este asunto por dos motivos: uno, porque el entonces exdirector adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, el fallecido Miguel Ángel Fernández-Chico, se lo encargó por el carácter estratégico que tenía para España; y, por otro lado, porque estaba indignado con el hecho de que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no quisiera hacer nada por proteger a la empresa española.
NIEGA HABER UTILIZADO MEDIOS POLICIALES
Sobre el supuesto espionaje al expresidente de Sacyr Luis del Rivero, ha dicho que nunca utilizó medios policiales para realizar este trabajo ni intervino llamadas telefónicas y que si tuvo un listado con el tráfico de llamadas fue porque se lo facilitó el CNI.
Durante su declaración, también ha mencionado al encargado de Seguridad de Sacyr Rodrigo Álvarez Vázquez --quien compareció ante el juez en calidad de testigo al ser considerado perjudicado en la causa-- y ha dicho que se reunió con él varias ocasiones, ante su insistencia.
Precisamente, Álvarez admitió en su declaración estas reuniones y afirmó que llegó a recibir del Grupo Cenyt un documento de 11 páginas en el que se alertaría de que se estaba espiando a Del Rivero y se añadía propuesta económica ofreciendo sus servicios por valor de 75.000 euros.
El informe, denominado 'proyecto Design', tendría como objetivo contraatacar a Repol y obtener información delicada de su presidente, pero Sacyr declinó la oferta.
La versión de Villarejo, según las fuentes consultadas, es contraria a lo manifestado por Álvarez --a quien el Grupo Cenyt denominó 'Cid'--. El comisario ha afirmado que si dio algún tipo de documento a esta persona vinculada a Sacyr no era para ofrecer sus servicios, sino para engañarle y obtener información en beneficio de Repsol.
'PROYECTO SAVING'
Otra de las piezas por las que ha declarado Villarejo es la 25, la relacionada con el denominado 'proyecto Saving' el supuesto espionaje a la constructora Martinsa-Fadesa de Fernando Martín.
Según el auto del juez por la que se inicia la investigación, el objetivo sería mejorar la posición jurídica y negociadora de una empresa de José Moya Sanabria --también investigado-- en relación a un reconocimiento de deuda de la constructora.
Las fuentes consultadas han indicado que Villarejo ha sostenido que este encargo de proteger a la empresa de detergentes Persán le llegó de gente cercana al exvicepresidente del Gobierno y exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba --ya fallecido--, debido a que una "firma vinculada" al PSOE. En concreto, ha mencionado al que fuera su jefe de Gabinete Gregorio Martínez y el ex DAO Fernández-Chico.
Ha recordado que se reunió con varios senadores del PSOE en el restaurante del Senado, quienes le aseguraron que estaban desvalidos porque esta empresa habría sido estafada entre "70 y 100 millones de euros" al hacer una inversión y que su dueño intentaba poner denuncias en los tribunales y no eran estimadas.
Con todo ello, Villarejo ha enmarcado este asunto en una lucha interna entre dos facciones del PSOE andaluz, una de ellas liderada por Rubalcaba y la otra por la actual vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, a quien ha situado en el sector que presuntamente habría colaborado para evitar que el otro grupo tuviera financiación.