Virgilio Zapatero y Arias-Salgado coinciden en la crítica a la Ley de Amnistía como una forma de ruptura constitucional

Exigen un cambio en la forma de hacer política para garantizar la supervivencia constitucional

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los exministros Virgilio Zapatero y Rafael Arias-Salgado han vinculado la Ley de Amnistía y la forma actual de hacer política como causas de la ruptura del pacto constitucional y la degradación de la Carta Magna que amenazan a los valores de un país democrático.

Ambas personalidades históricas han participado este miércoles en un debate organizado por la Fundación Transición Española, el Colectivo Fernando de los Ríos, Fundación Civismo y el Club Tocqueville bajo el título 'La ruptura del pacto constitucional', en el que han acusado al PSOE y el PP de ser la causa de la degradación de los valores de la Constitución y de la amenaza de los consensos básicos alcanzados en el pacto constitucional de 1978, que han hecho "funcionar las instituciones en los últimos 45 años".

Virgilio Zapatero ha acusado tanto al PSOE como al PP de haber olvidado "el respeto a la Constitución" lo que ha llevado, según el histórico socialista, al estado actual de degradación de la Constitución. Según ha detallado, el PP también ha contribuido a esta degradación a través del bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) dejando "en fuera de juego" a este órgano "capital".

En este sentido, Zapatero ha cargado las responsabilidades del conflicto con la renovación del CGPJ a los presidentes del Senado y del Congreso por "no incluir este tema en el orden del día de cada sesión", ha apostillado. "Miran para otro lado", ha criticado.

En cuanto a las responsabilidades que el exministro con Felipe González ha vinculado al PSOE, ha criticado los pactos socialistas con partidos minoritarios para aprobar la Ley de Amnistía y haber "valorado y negociado" la posibilidad de celebrar un referéndum de independencia.

En otro punto, Zapatero también ha rechazado la forma en la que los políticos actuales han olvidado los temas de políticas sustantivas "como la vivienda, la salud o la educación", para "centrar" el debate en cuestiones que afectan a la estabilidad nacional. "Se nos quiere conducir mudos a una mutación ilegítima de la Constitución", ha criticado, antes de aclarar que las mutaciones constitucionales legítimas son "deseables" a pesar de que defiende que lo que está ocurriendo "supera los límites por lo que es ilegítimo", haciendo de nuevo referencia a la Ley de Amnistía.

"Ningún Tribunal Constitucional avalaría una Ley de Amnistía que engaña y propicia una mutación constitucional ilegítima", ha sentenciado.

Por su parte, Arias-Salgado ha centrado sus acusaciones en la política de bloques, "creada por José Luis Rodríguez Zapatero y ejecutada por Pedro Sánchez", como la causa de la ruptura constitucional y del "difícil funcionamiento de las instituciones actual".

Para el exministro, los bloques que su generación política "creía haber olvidado" provoca un "deficiente" funcionamiento de las instituciones porque cada bloque "busca el control absoluto de éstas", ha destacado.

En este punto, Arias-Salgado ha señalado que "Sánchez está recogiendo el planteamiento de Rodríguez Zapatero", haciendo referencia a la forma de dividir el sector político español del expresidente del Gobierno antes de la crisis. "La crisis de 2008 paralizó el planteamiento de los bloques y el control de las instituciones, pero Sánchez la reactivó a llegar al poder".

Finalmente, ambos dirigentes políticos históricos han coincidido en que la forma de hacer política "ha de cambiar" porque si no, según han defendido, "la Constitución perderá su valor y será papel mojado". "La Constitución solo funciona alcanzando pactos como el pacto constitucional del 78", han sentenciado.

Preguntados acerca de la calidad de la clase política, Arias-Salado ha destacado que en España "siempre ha fallado la forma de elección de políticos". Además, ha asegurado que la "crítica personalizada" de los medios de comunicación hace "difícil" que las personas quieran alcanzar altos cargos políticos porque "no están dispuestos a sufrirla".