Guillermo Fariñas, representante de la oposición cubana
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 23 agosto 2016 19:20

MADRID 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

El opositor cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace un mes, recibió el pasado 11 de agosto la visita, "estrictamente humanitaria", de la consejera política de la Embajada de España en Cuba, Raquel Gómez-Cambronero, han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.

Gómez-Cambronero se desplazó al domicilio de Fariñas en Santa Clara para trasladar la preocupación de España por su estado de salud y animó al Premio Sájarov de Libertad de Conciencia 2010 del Parlamento Europeo a que abandone la huelga de hambre, "por lo que tiene de compromiso para la vida humana".

Fariñas inició el pasado 20 de julio una huelga de hambre para reclamar que el Gobierno de Raúl Castro ponga fin a la persecución contra los disidentes. Quiere que el presidente cubano diga públicamente que los opositores no serán "más torturados, amenazados de muerte" ni se les incoarán "causas espurias" ni se le "confiscarán propiedades", según explicó el disidente al Observatorio Cubano de Derecho Humanos.

Según informa Radio Martí, desde que comenzó la protesta Fariñas también ha recibido las visitas en su casa de una representación de la nunciatura apostólica de Cuba, el Obispo de la Diócesis de Santa Clara y Sancti Spiritus y de la jefa de Asuntos Políticos y Económicos de la Embajada de EEUU en La Habana, Dana Brown.

Desde la Embajada en España se sigue con atención la evolución de la protesta de Fariñas, quien a sus 54 años ha protagonizado cerca de una treintena de huelgas de hambre contra el Gobierno.

En la que llevó a cabo en el año 2010, con Miguel Angel Moratinos al frente del Ministerio español de Exteriores, también recibió la visita de un representante de la Embajada de España, aunque el contexto entonces era diferente a la situación actual. En aquella ocasión el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero le ofreció ser trasladado a España en un avión ambulancia en el momento en que su estado de salud se deteriorase gravemente, pero él rechazó la oferta.

Fariñas abandonó aquella protesta tras 135 días en huelga de hambre y sed cuando el Gobierno castrista se comprometió a liberar a 52 presos políticos de la llamada Primavera Negra y permitir que cinco de ellos, en delicadas condiciones de salud, viajasen a España.