MADRID, 3 Jun. (EDIZIONES)
La Asociación de Víctimas del Terrorismo ha realizado el documental 'Voces calladas: el verdadero relato' en el que se muestran las amenazas, la presión social, la marginación y el miedo que han sufrido y que aún continúan sufriendo las víctimas, con el objetivo de doblegar y dominar la opinión de la gente y silenciar su sufrimiento.
En el documental -de 45 minutos de duración- se narran los testimonios de Resurrección Basarrate, que perdió una mano por una cartera bomba en la playa de Muskiz; Ángela Rosa Durán, esposa de Ángel Rodríguez, un mecánico asesinado por ETA; Antonio Malfeito, herido en el atentado de la Plaza de la República Argentina; Lorena Díez, Hermana de Jorge Dïez, escolta de Fernando Buesa; Genoveva Iglesias, madre del funcionario de prisiones asesinado Ángel Jesús Mota; Nacho Parada, hijo del Guardia Civil asesinado Alfonso Parada, José Javier Motos, hijo del Teniente Coronel Lorenzo Motos y del Presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo Alfonso Sánchez.
Aseguran que aún hoy, y a pesar de la entrega de armas por parte de ETA, continúa habiendo miedo y complejos en la sociedad vasca para denunciar el daño producido por ETA. Alfonso Sánchez, Presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo afirma lo siguiente a este respecto: "Aún hay muchos complejos en reconocer el daño que ha causado la izquierda abertzale y, sobre todo, ETA". "Están intentando negar su pasado y estamos viendo en estos momentos que quieren blanquear el pasado de ETA".
La soledad, la marginación y la presión social que sufren es otro de los puntos que denuncian las víctimas en sus testimonios para este documental. Aseguran haber perdido amistades por la presión social que se ejerce desde parte de la sociedad y por el miedo a ser rechazados y a que pueda pasarles algo similar al estar del lado de las víctimas.
En 'Voces Calladas: el verdadero relato' se preguntan por el futuro y si existirá un cambio en la sociedad vasca respecto a todo esto. En respuesta a esta cuestión, varios testimonios afirman que no ven un cambio en la sociedad y que tampoco creen que lo haya en el futuro. Lorena Díez declara: "Para que haya un cambio se debe empezar desde la infancia, inculcando valores, pero lo que vemos día a día no es eso, por lo que es imposible, porque lo estás alimentando desde la infancia, y cuando sean mayores harán lo que hicieron los otros". Genoveva Iglesias coincide con Lorena: "Yo creo que esto no va a cambiar, porque son los niños de los de ahora que vienen con la misma medicina, vienen pensando igual".
Finalmente, el documental termina con las cuatro demandas que exigen las víctimas del terror a la sociedad y a las instituciones:
Verdad: Que haya un verdadero relato de quiénes han sido las víctimas del terror y quiénes los asesinos y que se cuente la historia tal como fue, que hubo personas asesinadas por defender unos ideales y unos valores y por defender la democracia.
Memoria: Piden recordar a las víctimas, ya que al recordar a una de ellas, no habrá muerto del todo.
Dignidad: Dignidad de mantenerse por encima de la desgracia, de continuar hacia adelante día a día a pesar de todas las trabas sociales, institucionales y políticas.
Justicia: Aún existen más de 300 casos de asesinato en los que no se conoce el autor conocido y que no se han podido juzgar.