Archivo - La secretaria general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso, Macarena Olona, interviene en una sesión plenaria en el Congreso - EUROPA PRESS/E. Parra. POOL - Europa Press
MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general de Vox en el Congreso, Macarena Olona, ha acusado este jueves al Gobierno de utilizar políticamente la agresión homófoba en el barrio madrileño de Malasaña que resultó ser falsa para "demonizar" a su partido y ha anunciado que su partido ha pedido que la Cámara Baja repruebe al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
En los pasillos de la Cámara Baja, Olona ha tachado de "indigna" esta "politización" que considera que ha llevado adelante el Ejecutivo porque, a su juicio, sólo buscaba cargar contra Vox acusándole de ser el responsable o causante de esa supuesta agresión homófoba.
Pero lo más grave, en palabras de la dirigente de Vox, es que hoy se haya sabido que el titular de Interior "ya conocía" esta información cuando compareció este miércoles ante los medios de comunicación en una rueda de prensa, donde "vinculó" directamente al partido de Santiago Abascal en esa supuesta agresión.
Dicho esto, Olona ha aprovechado para hacer un llamamiento a los medios de comunicación para que dejen de ser "auténticos activistas políticos" porque sus acciones, según ha dicho, tienen consecuencias "muy concretas, entre otras la sangre que se derrama" de los afiliados, simpatizantes, dirigentes y diputados de Vox como consecuencia de sus "falsas acusaciones".
En el escrito registrado de reprobación de Marlaska, Vox avisa de una "peligrosa y burda" estrategia electoral que persigue "la exclusión" de los votantes de Vox mediante su "demonización" del sistema político democrático, "generando contra ellos un odio que, en caso de persistir, podría acabar provocando agresiones físicas en las calles".
En esta "estrategia", denuncia que juega un papel fundamental Marlaska, a quien acusan de "fomentar" la "persecución política" que sufre Vox. Y el partido acompaña su denuncia con una lista de decenas de ataques, insultos, amenazas o agresiones sufridas por el partido, sus dirigentes o militantes desde su creación en 2013.
Vox señala como especialmente graves los ataques recibidos durante las elecciones autonómicas en Galicia, País Vasco, Cataluña y Madrid; así como la "instrumentalización" de las agresiones homófobas contra el partido.
Y destaca el caso de Malasaña y "la última actuación intolerable" de Marlaska, que denuncian que acusó a Vox de generar el clima que promueve este tipo de ataques.
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