MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha admitido este viernes que la decisión del Gobierno de aceptar un relator puede ser "discutible", pero ha criticado la reacción del PP y Ciudadanos convocando una manifestación el domingo en la plaza de Colón, en lo que considera una "exhibición de fanatismo".
"Frente a una actuación discutible, que probablemente no sea la mejor idea, es evidente que no se puede contestar con una llamada a las dos Españas", ha subrayado Puig en declaraciones a LaSexta. Asegura que con esta concentración el PP va a decidir "quienes son buenos españoles y quienes malos españoles".
Ximo Puig ha insistido en que los ataques de Casado contra Sánchez son un "alegato contra la tolerancia" y "una exhibición de fanatismo", asegurando que vivimos una "espiral" de reacciones "caricaturescas" y "raciales" ante la crisis territorial de España.
Después de que el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo haya señalado que el ámbito "razonable" y "natural" para el diálogo es el Parlamento, Ximo Puig ha asegurado que la discusión debe ir "más alla", apuntando a que los partidos deben dialogar y las Cámaras realizar su función. "El Parlamento no puede estar fronterizado de tal manera que no haya posibilidad de superar las fronteras de los partidos", ha recalcado, poniendo en valor que hay que dialogar ante la falta de planteamiento de la derecha.
El mandatario valenciano critica que Vox está "liderando" la derecha y se está reivindicando como la versión original. "Por desgracia tienen razón, lo terrible es que la derecha española haya abandonado la moderación y se vincule a la extrema derecha. Esa radicalidad no favorece la cohesión de España", ha asegurado.
Por último de cara a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019, ha pedido que los actores de la moción de censura asuman su responsabilidad. "Deberían pensar y explicar cómo se puede intentar no apoyar unos PGE que son mejores, sobre todo los que apoyaron la moción", ha indicado, exigiendo que no se vinculen las cuentas al problema territorial de España.