MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) - El concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata, a quien se juzga este lunes por un delito de humillación a las víctimas del terrorismo al reproducir en su perfil de Twitter un chiste sobre Irene Villa, ha negado ante el tribunal que pretendiera ofender con su mensaje, que explicó como algo que él escuchaba de niño y que utilizó dentro de un debate que se desarrollaba en esta red social sobre los límites del humor. La Fiscalía no acusa al edil, que únicamente se enfrenta a la petición de una acusación popular ejercida por la asociación de víctimas del terrorismo Dignidad y Justicia (DyJ) -Manos Limpias que en principio estaba personada, ha desistido-. La asociación pide para él un año y ocho meses de prisión al entender que sus publicaciones "encierran tal dosis de burla y desprecio que no se pueden enmarcar bajo el cobijo de libertad de expresión". La frase, sometida a juicio este lunes en la Audiencia Nacional decía: "Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcàsser para que no vaya Irene Villa a por repuestos". Otros mensajes de Zapata incluidos en el escrito de acusación señalaban "¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero", "Rajoy promete recuperar la economía y a Marta del Castillo" y "Los judíos son el mal, meme poderoso a la par que inútil. Grillo no lo peta por eso, pero es interesante". Por todo ello la acusación popular ha insistido en la vista que dicho tuit encierra "carga ofensiva" contra las víctimas del terrorismo y que estas publicaciones no pueden quedar amparadas por la libertad de expresión porque "no se puede dar cobijo a esas faltas de respeto" a las víctimas del terrorismo. Sin embargo el concejal ha insistido durante su declaración --que se ha convertido en tendencia en las redes bajo el hastag #YoapoyoaZapata-- que condena el terrorismo y que "para nada" es antisemita. Además, durante el turno de última palabra al finalizar la vista, Zapata ha recordado que pese a no haber sido preguntado concretamente sobre ello había que tener en cuenta su compromiso en apoyo de las víctimas del terrorismo, y que prueba de ello es que acudió a las manifestaciones con ocasión del secuestro de Miguel Ángel Blanco y por el asesinato de Tomás y Valiente. Durante su interrogatorio ha explicado que el "tuit" sobre Irene Villa iba entrecomillado en su cuenta de Twitter "porque citaba un chiste que escuchaba cuando era más pequeño", quizá por la proximidad de su barrio con el lugar donde se produjo el atentado contra Villa y su madre por parte de ETA Además ha manifestado a preguntas del fiscal Vicente González Mota que el tuit que publicó en la red social "en absoluto" estaba enmarcado en el ámbito de terrorismo sino que se hablaba de humor negro, del que ha dicho que sitúa a sujetos de dolor en un determinados contextos que producen "una mezcla de angustia e hilaridad". "No pretendo que tenga gracia sino que lo sitúo en un determinado debate", ha dicho el edil preguntado por la finalidad de sus publicaciones y ha concretado que se puso en contacto con Irene Villa para pedirle perdón; no obstante se percató de que las disculpas no iban a servir y que se estaba enfocando el debate en un "sentido determinado" de cara a presentarle como una persona "cruel, que apoyaba el terrorismo y que era antisemita". A ese respecto Zapata ha reconocido que el tuit sobre la víctima de ETA generó un dolor que no quiso provocar si bien se produjo la reacción contraria por lo que lo "justo" fue asumir la responsabilidad de orden político y por ello abandonó la concejalía de Cultura del Ayuntamiento ya que, según ha argumentado, "está directamente relacionado con la libertad de expresión", justificando así su salida. "Identifiqué que no iba a ser capaz de contextualizarlo, cerré mi cuenta de Twitter, escribí un post sobre el tema y el lunes dimití de mi cargo y di una rueda de prensa", ha indicado Zapata ante el tribunal de la Audiencia Nacional en referencia a su dimisión como concejal de cultura el 15 de junio de 2015. El representante del Ministerio Fiscal ha recordado durante su intervención ante el tribunal que Irene Villa no se sintió humillada por dichas publicaciones y ha puesto en duda que el objetivo de Zapata con dichos retuits fuera el de humillar a los protagonistas del mismo. "Ese mensaje no es tal la evidencia ni es objetivamente indiscutible que sea otro el contenido de ofensa adicional del terrorismo", ha dicho González Mota. Además ha precisado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que entender las publicaciones por las que el concejal de Ahora Podemos se sienta en el banquillo como humillación a las víctimas del terrorismo es una tesis que no es compartida por los fiscales de la Audiencia Nacional, motivo por el cual ya pidió que se archivara la causa en febrero de este año. Tanto la defensa de Zapata, ejercida por el abogado Eduardo Gómez Cuadrado, como el propio acusado han hecho hincapié en que los tuits no fueron objeto de debate hasta su llegada al consistorio madrileño y por ello le letrado ha pedido el archivo de la causa dado que consideran la acusación "un tanto desproporcionada". Su defensa puso como ejemplo el caso de los titiriteros --cuya causa por enaltecimiento del terrorismo fue archivada por la Audiencia Nacional-- y ha hecho hincapié en que en este cado se trató de un tuit entrecomillado y que "simplemente" se estaba analizando los límites de la libertad de expresión y sus distintas consecuencias según se ejerza en la calle o en las redes. "Criminalizar el humor negro en general es insostenible. Estoy convencido de que ninguna de las personas que estamos aquí cree realmente que Zapata quisiera humillar o vejar a Irene Villa", ha expuesto el letrado que se ha visto interrumpido por una mujer en el público que ha respondido: "Yo sí lo creo". La representación procesal de Zapata también ha recordado, citando al fiscal, que pidió perdón a las víctimas. "¿Esto es lo que hace una persona que alberga odio?", ha cuestionado. Zapata ha confesado que pretendía entrar en un debate generado en Twitter a raíz de una polémica relacionada con el director de cine Nacho Vigalondo sobre los límites del humor. Su intención era, según ha explicado durante el interrogatorio del fiscal, demostrar cómo puede "desdibujarse" en este medio el sentido de un chiste, que según ha apuntado "puede no ser gracioso" pero tiene una "formulación de exageración". Al respecto el acusado ha asegurado que lo que se hizo en las redes sociales fue "jugar con la cultura de la fama" en este caso del cineasta e ironizaron con que se podía estar construyendo un "héroe de paja" en referencia al altavoz que suponen redes como Twitter, si bien también ha hablado de las consecuencias que tuvo para Vigalondo la publicación de estos escritos ya que fue despedido del medio para el que colaboraba. Precisamente Vigalondo ha sido uno de los testigos que ha prestado declaración ante el tribunal de la Audiencia Nacional al que ha confirmado que su objetivo con la publicación del tuit --en el que dijo que el Holocausto había sido un montaje-- era debatir sobre los límites del humor y ha reconocido que Zapata participó en el debate en las redes sociales sobre dicha cuestión los meses siguientes a su publicación. En la ronda de testificales también ha prestado declaración Lucía Lois quien ha explicado a preguntas de las partes que "nunca" escuchó a Zapata, de quien ha dicho que es amiga desde hace dieciséis años, "ningún comentario" de apoyo a la violencia o al terrorismo.