MADRID 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
A la misma hora en que se conocía el fallo del caso 'Nóos' que absuelve a la Infanta Cristina como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales, pero condena a Iñaki Urdangarin a seis años y tres meses de prisión, los Reyes Felipe y Letizia inauguraban una exposición de arte en el Museo Thyssen blindados del escrutinio de la prensa.
Aunque los medios de comunicación se han podido acreditar para cubrir el acto, su presencia --con la única excepción de un pool gráfico-- ha quedado restringida al patio exterior del museo, y tan sólo para grabar la llegada de los monarcas, que han hecho acto de presencia 15 minutos antes de la hora fijada.
Así, cuando los Reyes han llegado al museo a las 11.45 horas y han posado sonrientes y con semblante tranquilo ante la prensa, aún no se conocía el fallo judicial. Para cuando saltó la noticia de la condena de Urdangarin y la absolución de la Infanta, Felipe y Letizia ya estaban dentro de la pinacoteca, a salvo de preguntas indiscretas de la prensa.
RESPETO ABSOLUTO A LA DECISIÓN JUDICIAL
La Casa del Rey --la institución en la que se apoya el monarca para desempeñar su labor constitucional-- sí ha reaccionado de manera inmediata tras conocer el fallo y ha expresado su "respeto absoluto a la independencia del poder judicial", la misma postura, sin moverse un ápice, que la Casa ha manifestado en otros momentos procesales del caso Nóos desde que Felipe VI está en el trono.
Los Reyes han permanecido en el interior del museo algo más de una hora y han abandonado el recinto en un coche oficial que les ha recogido en la misma puerta del museo. Los periodistas ni siquiera han podido esperarles en el patio, sino en la calle, a más de 50 metros de distancia y flanqueados por la Policía Nacional.
Los monarcas no han estado solos en la inauguración de la exposición, sino que han ejercido de anfitriones del presidente de Hungría, János Ader, y su esposa, Anita Herczegh, a los que posteriormente iban a ofrecer un almuerzo privado en el Palacio de la Zarzuela.
Antes de inaugurar la exposición, los Reyes se han hecho una foto de familia con los trabajadores del museo y han conversado unos minutos con ellos, que les han recibido entre aplausos, aunque se ha escuchado una voz decir "¡ya era hora!", pues los empleados llevaban esperándoles varios minutos y sin abrigo para tomar la instantánea.