Actualizado: lunes, 26 marzo 2007 22:04

MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

La novia de Rafa Zouhier durante los meses previos a los atentados de marzo de 2004 indicó hoy ante el tribunal del 11-M que el acusado le dijo que se había "herido con un móvil" tras producirse daños en una mano mientras manejaba un detonador en noviembre de 2003.

La testigo protegido explicó que comenzó a "sospechar" cuando vio, tras el accidente, "un agujero en el colchón, manchas de sangre en la pared y su mano quemada". Además, dijo que acompañó al acusado por colaboración y confidente de la UCO, al hospital y que el amigo de su ex novio, también acusado, Rachid Aglif, sufrió heridas "por toda la cara" en el mismo incidente.

"El me contaba que trabajaba como confidente para la Guardia Civil", indicó y agregó que intentaba manipularla porque ella sospechaba que "era un delincuente". "Yo nunca he confiado en él", añadió. Explicó, no obstante, que vio a Zouhier hablar en ocasiones con guardias civiles y que uno llegó a enseñarle su placa para demostrarle que el acusado trabajaba con el Cuerpo.

La ex novia de Zouhier indicó durante su declaración que sabe quien es Jamal Ahmidan, alias "El Chino", porque le ha visto en varias ocasiones con el acusado. "Se que tenían relación y se conocían", describió.

Reconoció, además, que estuvo presente en una las reuniones celebradas en Mc Donalds, y que Zouhier veía con frecuencia a José Emilio Suárez Trashorras, llegando incluso a viajar en varias ocasiones a Asturias.

Precisó, en cuanto a la reunión en el restaurante de comida rápida que en el encuentro participaron "los asturianos" y precisó con dudas que estuvieron Trashorras y su ex cuñado Antonio Toro. También dijo conocer a Carmen Toro, a la que vio junto al ex minero "en varias ocasiones". Una de ellas fue en un bar situado en enfrente de un cuartel de la Guardia Civil en las Rozas.

PONER UNA BOMBA

La testigo relató, además, que después de que Zouhier fuera apuñalado en una pelea en una discoteca en la que recibió heridas que provocaron su hospitalización, el acusado le dijo que "iba a ponerle una bomba" a la persona que le había agredido. Añadió que vio a su ex novio con "un arma negra y pequeña" que "tenía en su casa".

Explicó que conoció a Zouhier hace seis años y que desconocía cuales "eran sus actividades" en 2004 y dijo que Zouhier "rezaba, hacía el Ramadán y ponía verdes a los americanos y los judíos".

Además, la testigo relató que después del encarcelamiento de Zouhier se ha visto obligada a cambiar los teléfonos de su vivienda y la de su madre ante las continuas llamadas que recibía del acusado. "Me ha dicho que no sé nada y que no hable", indicó y dijo que incluso ha recibido llamadas de otras personas desde la cárcel en nombre del confidente. "Quería saber en que sentido iba a declarar", dijo.

El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, se vio obligado durante la declaración de la testigo a expulsar de la sala a Rafa Zouhier, por "sus continuos gestos y gritos". "Bajenlé a los calabozos", ordenó el juez.